Cómo Enseñar Valores a los Hijos
Se ha perdido la capacidad de reflexionar, de pensar profunda y seriamente sobre temas bien importantes de la vida y de la manera de vivir. En su lugar, a través de las imágenes, las luces resplandecientes y la atracción que ejercen los medios de comunicación, en especial la televisión, hemos aprendido a sentir solamente lo que los actores están sintiendo y experimentar como propias las vidas y las experiencias que otros viven ante nuestros ojos. Al reaccionar sólo emocionalmente, estamos dando nuestra aprobación tácita a lo que estamos observando, sin evaluar si es correcto o no, moral o inmoral, ético o antiético o si se parece a nuestras propias normas de vida.\n\nLas emociones han tomado prioridad y hemos reemplazado los pensamientos. Debemos rescatar la facultad de reflexionar sobre nuestras experiencias de vida para poder enseñar valores morales y llevar siempre una vida digna, de cristianos auténticos.\n\nPara poder adquirir una nueva forma de comportamiento, y además auténtica, debemos aprender de las experiencias, no dejando que ellas sean la única respuesta a los diferentes interrogantes de la vida. Actitud que irá fundamentando los principios y valores que se vivencian en el día a día con nuestros semejantes.\n\n¿Quiere transmitirles valores a sus hijos? Tenga presente que los valores son la base de su propia definición de rectitud y de integridad. ¿Cuál sería su reacción cuando el cajero del banco le entrega más dinero del valor que está en su cheque?; ¿Cómo reacciona Usted cuando su esposa llega más tarde de la hora señalada para recogerlo? \n\nNecesitamos establecer prioridades y elegir formas de comportamiento cristiano, morales y éticos en vez de optar por el egocentrismo, es decir, la búsqueda del beneficio propio y el deseo de ganar a cualquier costo. Para enseñar valores es necesario que todos los días interactuemos con nuestros hijos, para ello se requiere disciplina, esfuerzo considerable y trabajo duro. Creemos que es mejor a veces vociferar o gritar, o bien, ordenar nosotros mismos el cuarto de los niños en vez de tomarnos el trabajo de enseñarles cómo hacerlo, de criticar a los demás o encontrar a alguien a quien culpar de los problemas que no podemos resolver. Así nos moldearon nuestros padres, vale la pena recordar que los valores no se inculcan a la fuerza. \n\nLas lecciones morales se aprenden mejor con maestros que practican lo que enseñan. El comportamiento que tenemos como padres es lo que transmitimos a nuestros hijos, por lo tanto, debemos mostrarnos siempre como padres y hombres verdaderos así como Cristo se mostró ante los demás como Hijo de Dios. El mundo necesita de padres auténticos y valerosos, los hijos necesitan de padres que practiquen en sus vidas el ejemplo y los valores; los invito a que sean esos maestros auténticos, veraces y amorosos. \n\nEl mundo le sabrá agradecer y sus hijos les recordarán con amor para toda la vida, y Dios le entregará su debida recompensa dándoles Su aprobación.'