Mientras…

En programación existe una instrucción llamada “while”. Es una palabra en inglés que en español significa “mientras”, y se utiliza cuando se quiere realizar un ciclo, es decir, repetir un conjunto de instrucciones “mientras” se cumpla una condición. El programa no “saldrá” de esa parte y efectuará las mismas instrucciones hasta que la condición sea falsa. Luego, continuará con las siguientes instrucciones después del cierre del ciclo con “wend”.\n\nTal vez ustedes me preguntarán, ¿qué tiene que ver todo esto de la programación con el mensaje de hoy o con las cosas espirituales?. Les tengo que confesar que, absolutamente nada. Sin embargo, quiero compartirles algo que sí tiene que ver con el “mientras”. Hay un himno muy “famoso” que cantamos, y en su coro dice: “Trabajar y orar en la viña del Señor... sí, mi anhelo es orar y ocupado siempre estar...” ¿Alguna vez hemos leído detenidamente las estrofas y coro de este himno?\n\nPues bien, si así lo hacemos nos vamos a dar cuenta de por lo menos dos cosas: primero, que no lo escribimos nosotros y, espero equivocarme, nunca escribiríamos una cosa así; y segundo, siempre lo cantamos porque nos gusta, pero nunca lo leemos porque no nos conviene. Y este no es el único ejemplo, hay muchos otros coros e himnos que dicen muchas cosas lindas para el Señor, que nos comprometen, pero mientras..., no hacemos nada de ello.\n\nFueron cuarenta días de preparación, y al fin, faltaba una orden más (¿escuchamos bien?, “orden”. Orden es lo mismo que instrucción, comando, sentencia (bueno, en programación...). El Señor Jesús dio las ultimas instrucciones a sus discípulos antes de ascender al cielo para encontrarse con su Padre. Fue muy cuidadoso en ello, Era un plan eterno de salvación, perfecto en todo sentido y que había costado mucho. Era un tesoro incomparable lo que estaba por dejar en manos de aquellos hombres temerosos, débiles, dubitativos, pecadores... Es que Jesús confiaba en ellos, él sabía que no iban a fallar, los había elegido y capacitado para esta tarea. Los estuvo transformando y moldeando a su imagen. He aquí ahora la prueba final y el recurso para superarla, su Espíritu Santo de poder.\n\nLa tarea había sido encomendada y tenían todo para hacerlo. No había lugar para excusas, nadie podía decir que el Señor no le dijo nada, o que se olvidó, o que no tienen los medios para cumplir con tal misión. Ninguno se podía justificar de abandonar o retirar el compromiso. Luego, Jesús subió a los cielos. Con caras llenas de preguntas los discípulos se dijeron unos a otros: “y ahora, ¿qué haremos?”\n\nVaya, ¡qué pregunta!. Bueno, me imaginé un poco esto. Pero hoy en día esto no es imaginación. La iglesia de Cristo lucha con esta pregunta, los cristianos buscan algo qué hacer, quieren, desean trabajar, se preparan para servir “más eficazmente en la obra”, se empeñan por conocer y preguntan acerca de la voluntad de Dios para sus vidas, mientras... dejan de lado muchas cosas. Se olvidan de la Gran Comisión, abandonan o entierran aquel gran tesoro, sus sentidos se debilitan de tal forma que no ven a los caminan directo al infierno, no escuchan los gritos y clamores por salvación, no sienten todo el aire de maldad que rodea a este mundo, no gustan de la Palabra de Dios para guiar sus vidas, y lejos están por alcanzar la vida abundante y de victoria que nos prometió Cristo.\n\n¡Es hora de respetar el WHILE! Nuestro ciclo en esta tierra, como peregrinos y extranjeros, tiene muchas instrucciones de por medio, no debemos buscarlas sino cumplirlas. Mientras Jesús ya está de regreso, las instrucciones, sentencias, comandos, ordenes deben cumplirse antes de saltar del WEND. Así que mientras... \n'
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