Oración – Ruego y Experiencia

\"Dijo también el Señor: -Simon, Simon, Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no falte; y tu, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. Él le dijo: -Señor, estoy dispuesto a ir contigo no solo a la cárcel, sino también a la muerte. Y él le dijo: -Pedro, te digo que el gallo no cantara hoy antes que tu niegues tres veces que me conoces.\" (Lucas 22: 31-34)\n \nEn el anuncio del Señor acerca de la negación de Pedro, encontramos por lo menos dos lecciones que nos ayudarán en nuestra vida de oración y fe.\n\nAnte las diversas tentaciones presentadas por Satanás, y ante las cuales muchas veces cedemos, pensamos que la vida cristiana es un esfuerzo por vivir rectamente. Esto es un concepto equivocado, sin embargo muchos viven así. Muchos quieren ser \"rectos\" cristianos, cuando lo que el Señor nos pide es mucho más: ser cristianos verdaderos.\n\nLa victoria en la vida cristiana no depende de nuestro esfuerzo, sino de la confianza que depositamos en nuestro Señor Jesucristo. Estamos sometidos a toda clase de pruebas, tentaciones, dificultades, etc., pero el Señor nos dice \"yo he rogado por ti\". Esto es mucho más que pedir por nosotros. Es un ruego, un clamor, como una oración agonizante. Cuando alguien ruega, sabemos lo que eso significa, ahora oigamos y consideremos el ruego del Dios-Hombre, ¡y nada menos que por nosotros! Es un ruego para que no nos falte lo que mucho escasea en nosotros, fe.\n\nEn toda clase de luchas la fe es indispensable porque ella nos lleva a buscar los poderosos recursos de Dios. No dice \"para que tu fe sea mayor\", o \"para que tengas mas fe\", sino para que no falte. Cualquiera sea el grado de fe que poseamos, el Señor quiere verla actuar y que siempre se halle en nosotros, pues para eso él rogó aquella vez y esta rogando ahora en los cielos. Él sabe lo que es la fe. Y ahora como nuestro Gran Sumo Sacerdote, vive siempre para interceder por nosotros precisamente para que esa fe en nosotros hacia su divina persona nos mueva a buscar las riquezas de su gracia. Esa fe no tiene que faltar, no tiene que dejar de ser. Este ruego e intercesión del Señor es eficaz.\n\nTenemos que sufrir muchas cosas por causa de Cristo. Esto nos es concedido como un privilegio. Pero podemos sufrirlo mal como lo sufrió Pedro. Sin embargo el ruego del Señor fue para que esa fe vacilante, débil y tambaleante de Pedro, no faltara. Ya le anticipaba el verdadero triunfo de la verdadera fe.\n\nEl Señor sabía lo que haría Pedro, lo engañaría, pero también sabia que por su ruego, se volvería con un corazón verdaderamente arrepentido.\n\nEsta es la primera lección: el poder en la vida cristiana se haya en el ruego del Señor por nosotros. La fe debe asirse de ese ruego y dejarse llevar. Es Cristo viviendo en mi, es ese ruego que se hace real en mi.\n\nLa segunda lección es que Pedro mismo debía transmitir a sus hermanos esta experiencia del ruego del Señor por cada uno de ellos y ayudarles a permanecer firmes en esa fe, por eso le dice; \"una vez vuelto, confirma a tus hermanos\". Esto nos habla de compartir lo que Dios nos da.\n\nLo que sucedió después fue para que tanto Pedro, los apóstoles y nosotros nos abandonemos al poderoso y eficaz ruego del Señor Jesús que fortalece nuestra fe, nos imparte su maravillosa gracia y sus inescrutables riquezas, y nos confiere todo su poder para vencer.\n\nAprendamos estas dos lecciones: 1) el ruego del Señor para que nuestra fe no falte, y 2) el compartir las experiencias que traen dicho ruego. Las epístolas de Pedro muestran claramente como él aprendió esto, ¡y lo comparte alentándonos!'
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