Pastoral para el Líder-10 – El Relevo
“David pensaba: mi hijo Salomón es todavía un muchacho de tierna edad, y el templo que hay que construir para el Señor tiene que ser el más grande, famoso y bello de todo el mundo; así que se lo dejaré todo preparado. Por eso David hizo grandes preparativos antes de morir. Luego llamó a su hijo Salomón, y le encargó que construyera el templo del Señor, Dios de Israel.” (1 Crónicas 22:5-6)\n\nFaltan tan sólo dos meses para que llegue la fecha en que Marc tome mi responsabilidad y se convierta en el nuevo líder del ministerio. Tendrá la dirección de todos los monitores que trabajan en las diferentes ciudades del país donde actualmente estamos implantados. También tendrá que gestionar todos los recursos económicos, tomar decisiones y, en definitiva, indicar en qué dirección debe ir nuestro ministerio durante los próximos tiempos.\n\nHace dos años que hemos estado trabajando para llegar a este punto. Fue entonces cuando sentí de parte de Dios la necesidad de ir preparando a una persona más joven para tomar la responsabilidad de liderazgo. \n\nSiempre he sentido pánico de convertirme en uno de esos líderes que bajo ningún concepto, a ningún precio están dispuestos a dejar su posición de liderazgo.\n\nLa idea de llegar a ser un líder, que por mi deseo de permanecer controlando el ministerio, llegara a convertirme en un obstáculo, o incluso un peligro para el sano desarrollo del mismo, me producía y me sigue produciendo pánico.\n\nPienso que es tremendamente humana la tendencia a sentirnos indispensables, a creer que el ministerio no podrá seguir adelante sin nosotros, que nadie podrá ser tan sensible y cuidadoso de las necesidades de los jóvenes como nosotros lo somos. \n\nDurante estos dos años he tratado de darle a mi sucesor toda la información de que dispongo sobre el ministerio, he tratado de exponerlo a aquellas situaciones en las que he creído que podría crecer su visión, comprensión del liderazgo y su formación para la tarea.\n\nHe experimentado el gozo de ver como ha ido creciendo en confianza y cómo ha sabido ir ganándose poco a poco el respeto de aquellas personas que tendrán que servir a sus órdenes.\n\nSiento paz con la decisión de dejar mi posición para dar lugar a un líder más joven. Estoy seguro que esta persona podrá llevar al ministerio a niveles mayores y mejores que los que yo, con la gracia de Dios, pude alcanzar.\n\nNo puedo negar que una cierta nostalgia y sensación de vacío se apodera de mí. Tengo que empezar a asumir emocionalmente que ya no seré el centro de la atención, que ya no podré controlar los presupuestos, que las personas ya no mirarán hacia mí en busca de consejo, orientación, dirección, ayuda y apoyo. No puedo negar que todo ello forma parte del liderazgo, es más, forma parte de los aspectos agradables del liderazgo.\n\nPero, sin duda, en dos meses comenzará para mí la etapa más difícil, la etapa de ser leal. Será el tiempo de saber mantenerme en la distancia para permitir la autonomía y el crecimiento de Marc. \n\nSerá el tiempo de darle tiempo. De no apresurarme en mis juicios acerca de qué hace y cómo lo hace. A refrenar mi natural reacción a comparar a considerar que las cosas deberían ser hechas de forma diferente, es decir, a mi manera.\n\nSerá el tiempo de no permitir que nadie apele a mi orgullo y vanidad para provocar un enfrentamiento con el nuevo líder. Será el tiempo de saber afirmar, en todo momento, en toda situación, la autoridad de Marc y su derecho a seguir su propio camino.\n\nSerá el tiempo de prestar apoyo siempre que sea posible. Consejo, cuando me sea pedido. Orientación, cuando sea requerida. Disponibilidad para él, en todo momento.\n\nNo soy cándido. Estoy seguro que habrá momentos difíciles en que tendré que pasar tiempo con el Señor y ser honesto, transparente y abierto con mis sentimientos y pensamientos. Sin duda será el tiempo en que se pondrá a prueba si verdaderamente tengo una mentalidad de Reino de los Cielos y no simplemente una mentalidad centrada en mí mismo.\n\nDos meses y todo aquello que el Señor me ha permitido construir pasará a manos de otra persona. Entiendo que tendré que salir del escenario, se acabarán las luces, los aplausos y el reconocimiento, mi lugar estará atrás, entre las candilejas, para poder dar apoyo, estímulo, orientación, amor y recursos cuando sean necesarios y sean requeridos.\n\n\nMI ORACIÓN\n\nSeñor, te doy gracias por haberme permitido llegar a este momento de dejar mi lugar, mi posición de liderazgo para que otro la tome. Tuyo es el ministerio y es importante que sean las mejores personas las que lo ocupen en los momentos adecuados.\n\nSeñor, ayúdame en el tiempo por venir. Líbrame de la nostalgia. Líbrame de convertirme en una piedra de tropiezo para el nuevo líder. Señor no permitas que, si llegara el caso, me preste al juego de los aduladores, los conspiradores, aquellos que quieran usarme para dañar a mi sucesor.\n\nAl contrario, Señor, ayúdame a ser siempre un apoyo, un defensor, un recurso, un amigo, un consejero. Ayúdame a estar siempre cerca, sin interferir. Demostrar disponibilidad pero no intrusismo. Ayúdame a tener la capacidad de gozarme con sus triunfos, especialmente cuando sus logros sean mayores que los míos. En fin, Señor, ayúdame, si el fracaso llegara, a llorar como si fuera propio y nunca, nunca tener la mezquindad de alegrarme por ello.\n\nAyúdame Señor.\n\n\nTU REFLEXIÓN\n\n1.¿Has pensado en tu sucesión al frente del ministerio?\n2.¿Cómo te sientes al respecto? Sé honesto contigo mismo ¿Qué sentimientos, pensamientos, inquietudes vienen a tu mente?\n3.¿Tienes un sentido posesivo del ministerio?\n4.¿Te produce inseguridad y miedo el pensar en dejar el liderazgo para que otro lo tome?\n5.¿Quién hay a tu alrededor a quien deberías dedicar tiempo para que pueda desarrollar su liderazgo y llegar a ser tu sucesor ?\n\n\nEL PERSONAJE\n\nEs interesante la lectura de todo el capítulo de 1 Crónicas 22. David fue un líder para la guerra, sin embargo, no era un líder para la paz. Tuvo buenas ideas y propósitos con relación al templo del Señor, pero éste no le permitió llevarlas a cabo, había derramado, según palabras del propio Dios, demasiada sangre.\n\nSin embargo, es interesante porque preparó el camino para que su sucesor, en este caso su hijo, pudiera llevarlo a cabo. David hizo grandes preparativos para asegurarse que Salomón estaría en condiciones de llevar a cabo tan sublime tarea.\n\nLa lectura del capítulo nos muestra que no únicamente guardó recursos económicos para que su hijo pudiera llevar a cabo la construcción del templo, sino que también instruyó a los que habían sido miembros de su equipo para que lo apoyaran incondicionalmente para poder cumplir el objetivo.\n\nDavid fue un hombre que supo allanarle el terreno a su sucesor procurándole todo lo que estuvo a su alcance para asegurar que su liderazgo sería un éxito.'