100% y Algo Más
En medio de una guerra en pleno siglo XXI, en un mundo que cada día sufre y llora por falta de amor, alegría y esperanza. En una sociedad donde lo material es el valor elegido para mover masas, donde la tecnología avanza, hay más facilidades y menos lucha y entrega.\n\nHoy todo es distinto, todo se nos da en charola de plata. Ya no hace falta ir a una gran biblioteca para saborear libros y estar ahí durante meses para conseguir una información. No tenemos que esperar semanas y semanas para disfrutar la carta de ese ser querido. Hoy se pueden tener amigos en China, Rusia, Alemania y hasta en África, y a veces ni siquiera conocerlos físicamente.\n\nHoy con un simple “click” podemos hacer transacciones millonarias y hasta comprar un elefante. Podemos visitar El Vaticano, estar en el Amazonas y “entrar” a una conferencia en Argentina sin estar presentes.\n\nEn fin, hoy todo es diferente. El mundo corre a pasos agigantados y ni siquiera nos dejan unos minutos para pensar qué estamos haciendo, por qué nos comportamos de cierta forma y hasta por qué toda nuestra ropa fue diseñada en Italia o Estados Unidos. Vivimos regidos bajo la ley del “mínimo esfuerzo”. Entre menos se canse la gente para hacer sus actividades diarias es mucho mejor, se ahorra tiempo, dinero y trabajo. \n\nPero lo que siempre me había preguntado era por qué la gente de pueblo vivía mucho más años que los de la ciudad. Unos contestaban que por la alimentación, otros que porque tenían cosas que hacer, que porque no había vicios, etc. Pero a la respuesta que llegué y creo se acerca mucho a la realidad es porque hacen las cosas con el máximo esfuerzo que tienen y dan siempre algo más. \n\nEs increíble lo que sucedía en misiones en la sierra de Veracruz. Una señora de 80 años de edad tenía que recorrer media hora caminando para llegar a la misa más cercana y lo hacía cada semana, mientras la enfermedad no se lo impidiera. Nos da una cachetada con guante de blanco, sobre todo cuando nosotros por distancia o por “no tengo tiempo” preferimos dejar las prioridades, como Dios, la escuela, la familia, como lo último y menos importante.\n\nOtra amiga me comentó que cómo era posible que escribiera sobre el alcohol o las drogas si ni siquiera había sido alcohólico o drogadicto. Me quedé pensando y sí es cierto, yo no soy alcohólico y drogadicto, pero las personas que lo son, probablemente cayeron porque nadie les dio una palmada en la espalda, les apoyó, les escuchó o simplemente le escribió unas palabras de aliento.\n\n¿Por qué tenemos que vivir en la mediocridad, de “si a ti no te pasa, no te influye”? ¿Por qué tenemos que esperar a que se muera nuestro mejor amigo o familiar para “agarrar la onda” y dar ahora sí todo lo que somos capaces? ¿Por qué preferimos estar viendo televisión o durmiendo todo el día, cuando podríamos dedicar una hora, de perdido, para ayudar a alguien que lo necesita?\n\nEso precisamente es lo que nos distingue como mexicanos, somos muy trabajadores, le “echamos muchas ganas” como dicen por ahí y hasta emprendedores salimos. Pero también lo que nos diferencia de otros países como Estados Unidos, es que a nosotros con “tantito” basta y ellos dan el 100% y algo más.\n\nCuántos héroes anónimos conocemos en nuestra familia, escuela o trabajo. Que sin hacer mucho escándalo dan lo máximo que son capaces y hasta un valor extra, eso es lo que los hace diferentes, únicos, especiales.\n\nNosotros podemos ser jóvenes que dejen una huella imborrable en el corazón de las personas, tenemos la capacidad para ser agentes de cambio. La clave está en no sólo dar lo que nos corresponde, ni hacer nuestro máximo esfuerzo, sino dar un salto más allá de la gente promedio, dar pasos que nadie ha dado, pero que son decisivos para el éxito personal y mundial.\n\nEn este momento actual tan duro y difícil, también es posible conseguir y lograr hasta los sueños que parecen imposibles. Podemos transformar nuestra familia, nuestra ciudad, nuestro mundo, nuestra vida, dando el 100% que somos capaces y “algo más”, pero no por obligación o ley, sino por convicción propia, por que ese “algo más” desde una tarea de dos preguntas hasta el sostenimiento de una empresa o familia es lo que han tenido personajes que hicieron historia, grandes líderes, grandes seres humanos.\n'