3a – Hijos de Creyentes
III POSIBLES SOLUCIONES
\nUn buen diagnóstico es básico para un tratamiento eficaz. Hemos tratado de discernir las causas del abandono de la iglesia por parte de los hijos de los creyentes porque partir de ellas es fundamental para tratar de aportar soluciones de cara al futuro. ¿Qué podemos hacer al respecto?\n\n1. Ayudar a los jóvenes a clarificar su experiencia de conversión.\n\nVamos a partir de unas premisas claras. Nuestros hijos no son creyentes por el mero de hecho de estar en el local de la iglesia. Tampoco lo son por tener toda la información necesaria -demasiado a menudo fragmentada y presentada sin sistema ni coherencia, tampoco lo son porque se hayan bautizado.\n\nHemos de pensar en términos de un campo de misión o evangelización interior. Muchos de nosotros nos sorprenderíamos al comprobar el escaso conocimiento bíblico de nuestros jóvenes, su deformada comprensión de la vida cristiana, las ideas peregrinas que tienen acerca de Dios, lo mucho que están influenciados por valores y filosofías no cristianas, todo ello, incluso aunque estén bautizados y activos en su grupo de jóvenes.\n\nNecesitamos plantearnos estrategias para evangelizar a nuestros jóvenes teniendo en cuenta sus características. Son personas que conocen la información básica, que pueden dar las respuestas correctas sin que necesariamente hayan tenido una experiencia real de conversión ni una comprensión del significado y las implicaciones de lo que saben. Para muchos de ellos la fe es más una cuestión de conceptos que de experiencia.\n\nEs trabajo de la iglesia ayudarles a clarificar su posición delante de Dios. No es nuestra responsabilidad negar ni afirmar su situación ante Dios, antes bien procurar los medios y las situaciones que les permitan a ellos mismos entender de forma clara y directa el Evangelio, cómo éste se relaciona con su realidad personal y qué espera Dios de cada uno de ellos. Debemos asegurarnos que todos y cada uno de ellos son confrontados con el mensaje de salvación de tal manera, que como resultado de dicha confrontación todos, sin excepción, entiendan, cuál es su posición ante Dios.\n'