Si los pecadores no están conscientes del día en que darán cuenta de sus vidas a Dios, no verán la necesidad de obedecer el mandamiento de Dios de arrepentirse: “Dios manda a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan: porque ha señalado un día en el que juzgará al mundo con justicia” (Hechos 17:30-31)'