Adoración y Alabanza

El concepto de ADORACION bíblicamente hablando alude con carácter de exclusividad esa dinámica revitalizadora que se produce en la comunión cercana entre el Adorador y Dios. La Adoración, es tan amplia y profunda que implica la totalidad de nuestra vida transformada y constantemente renovada por el poder del Espíritu Santo gracias a la obra de Jesucristo en la Cruz. \nEn el contexto bíblico la adoración se gráfica significativamente mediante la palabra Postrarse, cuyo significado es, hincarse de rodillas humillándose por tierra ponerse a los pies de otro en señal de respeto veneración o ruego. Nada más exacto para definir nuestra situación delante de Dios pues para el creyente no hay otro sino Dios quien merece este reconocimiento, además es el término que mayormente se encuentra en las escrituras para referirse a la Adoración. En varios pasajes de las escrituras se menciona la palabra “Postrarse” o “Postró” para expresar la actitud de adoración que tenían los hombres para honrar a sus reyes y dioses así como es la misma actitud de adoración que tenía el Pueblo de Israel ante Jehová. (Ex. 4:31; 34:8; Deut.17:3; Cron.29:28-30; Salm.95:6; Salm.99:5; Dan.3:5,7,11; Mat.4:9; Luc.4:7; Hech.10:25; Ap.4:10, 14; 19:4,10; 22:8). de allí que la operacionalidad de la conducta de Postrarse es ilustrativa para comprender la actitud y el sentir que deben motivar nuestra verdadera adoración a Dios, pero si solo observamos el postrarse dentro del plano puramente conductual como una “expresión de adoración” concluiríamos que sería una simple muestra de reverencia externa, por lo demás mecánica, manipulable , ritualista y en muchos casos falsa, pues la verdadera Adoración, parte más bien de la realidad intrínseca del adorador. Igual ocurre entonces, si es que en estos tiempos tratamos de reducir la Adoración a una simple expresión como es el Canto y la Música por lo demás susceptibles también de ser Manipulables, mecánicos, ritualistas y falsos. \nLa definición operacional de la conducta de Postrarse: Hincado de rodillas y dorso encorvado implica humildad, conciencia de indignidad, reconocimiento genuino de que Dios lo llena todo en todo, que de él dependen todas las cosas y que él tiene todo el poder para cambiar las circunstancias, es en este sentido que quien se acerca a Dios debe hacerlo tomando plena conciencia de “Quien es Él y cual es mi lugar” podrá estar postrado físicamente, - o no - no es lo relevante. Cuando el adorador se acerca a Dios debe hacerlo como dice su Palabra: “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciaras tu, oh Dios.” Salmo 51:17, entendiéndose por corazón el ser interior de la persona porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos (Salm. 138:6), es tiempo entonces de reflexionar que antes que levantar las manos como signo de adoración debo presentarme ante Dios con las rodillas dobladas y el dorso encorvado como signo auténtico de adoración e intercesión. No es coincidencia pues, que el contexto del salmo 51:17 y muchos otros (Salm.40:6; 34:18;1ra Sam.15:22) guardan una estrecha relación con la forma de adorar en el Antiguo Testamento, LA ADORACIÓN estaba también íntimamente relacionada a los rituales que tenía el pueblo de Israel para acercarse a Dios, es decir, los sacrificios, las ofrendas, holocaustos, fiestas solemnes etc. (Ex. 3:18;5:1,3;10:9;1ra Sam. 1:3) así como también relacionada con el servicio a Dios (Ex.7: 16; 8:1), tengo el pleno convencimiento de que Dios no miraba tanto la ofrenda como a la actitud y la motivación que la impulsaba, como decíamos al principio La adoración es una dinámica que mueve la vida misma del adorador no puede verse como una manifestación aislada, de allí que es decepcionante cuando vemos en estos tiempos la práctica de la Adoración reducido solo a una manifestación exterior como el canto, mas, ausente de una práctica congruente y manteniendo todavía en nuestros tiempos la vieja costumbre del antiguo testamento de creer que la adoración debe darse solo en un lugar específico como el templo (altar, Tabernáculo) lejos estamos de comprender lo que Jesucristo remarco en Juan 4 “Los verdaderos adoradores adoraran en espíritu y en verdad” tengo la convicción de que Jesús no quiso decir “Que los que cantan, cantaran en espíritu y en verdad” La adoración es constante, puedo estar triste, destrozado, agonizante quizá por las circunstancias de la vida que ni animo tengo para elevar un canto, pero puedo expresar una genuina adoración con mi fe puesta en ËL, agradecido y confiando que Él cambiará mis circunstancias, obedeciendo su palabra que dice “que el es mi pastor” “Que por nada este afanado” “echando sobre él mis cargas” en conclusión forjando en mi corazón la Fe y la Obediencia a Dios, dos aspectos fundamentales que estarían íntimamente vinculadas a la preparación interior de la persona que adora verdaderamente, o lo que yo llamaría, dos condiciones básicas para tener delante de Dios un corazón postrado. Estoy seguro que si así lo hago el Espíritu de Dios no tardará en inspirar en mi una auténtica alabanza.\nCuantas veces he tenido que reconocer en mi mismo falsas motivaciones y experimentar conflictos dentro de mí y ser parte de otros que se producen al interior del mal llamado “Ministerio de Adoración y Alabanza”, el tecnicismo y la profesionalidad y algunos otros conceptos seculares lo que algunos llaman “Calidad” so pretexto de que el Salmo 33:3 dice: “Cantadle cántico nuevo: hacedlo bién...” están sustituyendo a las dos condiciones básicas de fe y Obediencia. No estoy en contra de la buena ejecución y administración de los talentos, pero si en cuanto estos se convierte un fin en sí mismos y postergan los principios establecidos en las escrituras respecto a la mayordomía del ministerio, 1ra Cron. 23:2; 1ra de Cron.25., la ausencia de una sincera preparación espiritual para ejercer el servicio, El poco conocimiento del rol que ejerce aquel que sirve, la falta de madurez de los participantes del ministerio para asumir una gran responsabilidad, comprender que la susceptibilidad florece por la ausencia de la aplicación de los criterios bíblicos en el manejo del servicio, etc. Son Algunas de las razones quizá que más de una vez sacuden y desgastan el ministerio.\nEntonces se hace perentorio retomar los fundamentos que deben apuntalar nuestra genuina adoración.\nPor la Fe Abel presentó un mejor sacrificio que Caín y sin fe es imposible agradar a Dios, por la fe Abel se ejercitó en la obediencia presentando a Dios un sacrificio conforme a la demanda de Jehová y no como un manifestación ritualista o religiosa como lo demuestra Caín al presentar primero su ofrenda, pero no conforme con la demanda de Dios, pues el sacrificio tenía que ser un cordero tipo de Jesús el Mesías.\n Pero aún cuando nuestra ofrenda o sacrificio puede estar guardando las formas exigidas por Dios no nos garantiza que sea grato delante de El, pues “El no se complace en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezcan a las palabras de Jehová. ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios y el prestar atención que la grosura de los carneros 1ra Sam. 15:22, pues Dios mira las motivaciones e intenciones de nuestro corazón dice: miró a Abel y a su ofrenda. En nuestros tiempos ya no hay más sacrificios de carneros,. pero ahora son parte de nuestra adoración los sacrificios de alabanza fruto de labios que exaltan su nombre, pero al igual que en los tiempos antiguos, Dios mira primero nuestro corazón.\n Las alabanzas \"fruto de labios\" no solamente se pueden expresar con canciones, estas, serían una manifestación de la alabanza, alabanza también es presentar apologéticamente el nombre de Jesús, exaltarlo, presentar defensa del evangelio con altura y dignidad, otra manifestación de alabanza sería levantar las manos en oración etc. En conclusión alabar es servir a Dios presentarle -si se puede decir- como antaño, sacrificios y holocaustos inherentes a nuestra genuina actitud de Adoración. Entonces, la Adoración y Alabanza no son patrimonio exclusivo de un ministerio de la iglesia, todo servicio, es decir Ministerio, es para la Adoración y Alabanza de Dios, además es un privilegio y una responsabilidad de toda la iglesia. Adorar a Dios –como Jesús dijo- en Espìritu y en verdad.\n “Habremos entendido lo que Jesús quiso decir cuando dijo: “Los verdaderos adoradores, adorarán en Espíritu y verdad.\"?. Esta expresión de Jesús Siempre dejó en mi una profunda inquietud por saber que es lo que trataba de decir, pero si quisiéramos saberlo, quien sino Jesús, puede ser el auténtico modelo de un adorador en Espíritu y en verdad. El que adora a Dios debe Hacerlo:\n- Con la única motivación correcta que es de agradar a Dios antes que a los Hombres. Is. 42:1. Mat.12:18\n- Con autoridad: Mat. 12:28\n- Con Justicia: Anunciando la buena voluntad de Dios a los quebrantados y abatidos y enlutados y denunciando el pecado y la venganza de Dios. Is. 42: 1b; Is. 61:1,2.\n- Con mansedumbre: Mat. 12:19.\n- Con misericordia: Mat. 12:20.\n- Con esperanza: Mat. 12:21. y\n- Con gozo por el poder de Dios manifestado en las cosas sencillas: Lc. 10:21.\n \nEjercitémonos en fortalecer nuestra fe que viene por el oír (escudriñar) la Palabra de Dios, Fe que ineludiblemente nos llevará cada vez más a esperar grandes cosas de nuestro buen Dios, a depender de él y a obedecerle a vivir una vida de constante Adoración y Alabanza a Dios guiados por Su Santo Espíritu, es decir a adorarle en espíritu y en verdad.\n \nORACIÒN:\nGracias Señor, pues tu palabra dice: que todas las cosas te fueron entregadas por el Padre; y que nadie conoce al Hijo sino el Padre; ni quien es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. Lc. 10:22.\n'
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