¡Ay De Mí!
(Basado en el capítulo 7:1-7 del profeta Miqueas)\n\n(7:1)¡Ay de mí! Porque estoy como cuando han recogido los frutos del verano,como cuando han rebuscado después de la vendimia,y no queda racimo para comer;mi alma deseó los primeros frutos.\nCada vez con más frecuencia escuchamos que las personas repiten esta frase¡Ay de mí!;es \nque este mundo se llenó cada vez más de corrupción,de mezquindad,de malicia y nos encontramos envueltos en un ``sistema´´ que nos va devorando y triturando sin pedirnos permiso.\nLo que ocurre es que este ``sistema´´no le sugiere,sino que le impone y le hace creer que usted no puede vivir sin él; porque el que domina el sistema es el principe de este mundo,sí el mismo Satanás, el cual ha cegado el entendimiento de muchos para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.\nPor eso cada vez más gente se encuentra como un día se encontró el profeta Miqueas; busca los frutos, pero no hay nada para comer, busca trabajo y no lo encuentra, busca seguridad y no la halla, busca honestidad y encuentra corrupción, busca respuestas del gobierno y encuentra oídos sordos; y esa alma que había deseado los primeros frutos se siente vacía,se siente oprimida,defraudada producto del ``sistema corrupto y perverso´´que la fue llevando a una situación tan deprimente que lo único que le queda por decir es ¡Ay de mí!\n\n7:2)Porque faltó el misericordioso de la tierra y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan por sangre; cada cual arma red a su hermano.\nEste es el efecto implacable y demoledor que produce el sistema de este mundo y es justamente la falta de misericordia y la escasez de piedad, palabras que no existen en el diccionario del sistema.\nEs que en el mundo los valores están cambiados y lo que reina es la usura, la impiedad, el pecado, la maldad, el desánimo que operan a tráves del espíritu de error en aquellos que han sido cegados por el dios de este siglo.\n\n7:3)Para completar la maldad,con sus manos,el príncipe demanda y el juez juzga por recompensa; y el grande habla el antojo de su alma y lo confirman.\nLo que te quiere decir Miqueas es que la arrogancia, el soborno y el poder tratarán de completar la obra de maldad en tu vida de manera tal que las manos sucias del maligno lo lleven a usted a decir ¡ay de mí!\n\n7:4)El mejor de ellos es como el espino; el mas recto, como zarzal; el día de tu castigo viene, el que anunciaron tus atalayas; ahora será su confusión.\nRemonte este versículo al tiempo que ahora nos toca vivir y mire:\npolíticos corruptos, policías ladrones, curas violadores, empresarios opresores, políticas sociales devastadoras, mortandad infantil en cantidad industrial, corralito financiero, corralito espiritual, televisión pervertida, libertinaje, agoreros, corte suprema corrupta, desnutrición, mortandad física, mortandad espiritual, ciegos guías de ciegos... etc.\nUsted al leer esto dirá¡Ay de mí!, pero déjeme decirle ¡ay de ellos! por que el día de su castigo viene y su confusión jamás será olvidada.\n\n7:5)No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado cuídate,no abras tu boca.\nLo que intenta decirte el profeta es ¡cuidado! con lo que te dicen ,con lo que el mundo te quiera hacer creer u ofrecer, mira bien donde vas a poner tu confianza porque si tu confianza esta puesta en el hombre o en las riquezas, de seguro sin darte cuenta te encontrarás diciendo como muchos ¡Ay de mí!.\n\n7:6)Porque el hijo deshonra al Padre la hija se levanta contra la madre, la nuera contra la suegra y los enemigos del hombre son los de su casa.\nEsto que sucedió en tiempos de Miqueas,sucede hoy en este tiempo y seguirá sucediendo lamentablemente si las personas no deciden volverse a Dios.\nPorque la deshonra, la rebelión, la enemistad son hoy moneda corriente; fruto de un mundo que tiene cegado el entendimiento por la serpiente antigua.\nPor eso las almas gritan a mas no poder ¡Ay de mí! porque se dieron cuenta que se han pasado toda su vida mirando las luces del mundo,han esperado respuestas de los funcionarios y del ``sistema´´ que ha colapsado de corrupción y engaño y que lo fue asfixiando muy lentamente y usted hoy se encuentra en una agonía profunda de la cual le han hecho creer que usted nunca podría salir.\nPero tengo que decirle que Dios dejó en su Palabra la receta para que usted deje de decir¡Ay de mí!, para que usted deje de lamentarse por el pasado y empiece a emprender un vuelo de victoria.La receta está e miqueas 7:7\n\n7:7)``Mas yo a Jehová miraré,esperaré al Dios de mi salvación, el Dios mío me oirá´´.\nLo primero que usted y yo tenemos que hacer es mirar al Señor, ¿sabe por qué? Porque la Biblia dice``Mirad a mí y sed salvos todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios y no hay más´´(Isaías 45:22).\nEs decir que cuando miramos a Dios encontramos salvación, perdón y redención para nuestras vidas; cuando miramos al Todopoderoso encontramos paz y bendición, cosas que en el mundo no hay pero que en el reino de Dios las hay en abundancia.\nEs por eso que Miqueas ya no dice mas ¡Ay de mí! ahora dice: Mas yo a Jehová miraré porque se dio cuenta que en el mundo hay pecado, hay corrupción, hay maldición, por eso decide mirar al Dios Todopoderoso porque mirando a él encuentra descanso para su alma.\nLo segundo que hace el profeta es tomar la decisión firme de esperar en Dios sabe¿por qué?\nporque la Escritura dice en (Salmo 40:1)``Pacientemente esperé a Jehová y se inclinó a mí y oyo mi clamor y me hizo sacar del pozo de la desesperación,del lodo cenagoso...´´\nQuiere decir que cuando nos decidimos a esperar al Dios de nuestra salvación; el Señor se inclina a nuestras vidas y nos saca de ese pozo depresivo en el cual nos encontrábamos diciendo ¡Ay de mí!, ¡Ay de mí! Señor.\n\nQuerido amigo/a, hermano/a si usted se decide a mirar a Dios y a esperar en él, el Señor promete en su Palabra que el se inclinará a usted y lo sacará del pozo del lodo, lo sacará de ese``sistema´´de opresión que opera por medio del maligno; para que usted ya nunca más \nviva diciendo con dolor y angustia ¡Ay de mí! Sino que ahora usted pueda, de ahora en más, confesar con su boca que Jesucristo es su Señor y su Salvador, aquel que venció todo sistema aquel que venció al mundo, aquel que derrotó a la muerte en la cruz del Calvario llevando mis pecados y sus pecados, porque ¿Dónde está, oh muerte tu aguijón?¿Dónde está,oh sepulcro tu victoria? porque yo sé que mi Redentor vive para siempre.\n'