Cambia de Asiento
Cambiar de asiento puede ser algo relativamente sencillo ,rápido y hasta insignificante. Pensarás en qué me podrá ayudar hacerlo o no… si total el fin es el mismo; sentarme. Digamos que esta pregunta “tonta” , tomó importancia en la vida de un joven llamado Eutico. Un breve relato en la Biblia nos ilustra lo que le pasó a el tal Eutico (Hechos 20:7-12) y aunque hay muy poco detalle sobre su presona, créeme que este relato de Pablo sobre el joven nos muestra que a partir de este evento su vida cambió para siempre.\n\nPablo se estaba despidiendo en Troas luego de haber estado con ellos una semana. Dice que esa noche él les estaba impartiendo una enseñanza a la iglesia y se extendió en su discurso.\n \nSin embargo, antes de llegar al issue del asiento que Eutico escogió para sentarse , me parece curioso lo enfático que es Pablo en la descripción del lugar. Dice que “había muchas lámparas” , o sea, que el lugar estaba muy alumbrado. La luz en la Biblia es representativo de Cristo y si fueramos a detallar lo que esto implica, podríamos estar largo rato interpretando la tipología de la luz en las Escrituras. No obstante, aquella luz era la Palabra que Pablo predicaba en aquel lugar, era presencia, era plenitud de Dios en aquel lugar. Entonces, cerrando el paréntesis de la luz, volvamos al asiento de Eutico. \n\nFíjense cómo al muchacho se le ocurre la brillante idea de sentarse en un 3er piso y al borde de una ventana. No se le ocurrió una silla, una mesa, un banquito, una cama, o el piso !!!!!…No. Creo que cualquiera de las anteriores hubiese sido mejor opción, porque la Biblia relata que se quedó dormido y claro al dormirse pues se cayó de la ventana y murió. \n\nAquí es que quiero detenerme y retomar lo importante que era haber cambiado de asiento, pues el asiento de Eutico era peligroso; éste fue un accidente que se pudo haber evitado. Muchas veces escogemos el peor asiento, el más peligroso, el que no nos conviene y allí nos queremos sentar. Arriesgamos nuestra vida espiritual, tomamos la peor decisión, nos alejamos del grupo, como Eutico, nos retiramos de aquella luz en la que todos estaban. Por qué Eutico no se sentó con los demás? (y esto es especulativo) quizá no hubo espacio ,llegó tarde o simplemente le faltó interés, etc.\n\nEl punto es que en nuestra vida no importa la razón que sea muchas veces nos vemos persuadidos ,presionados o simplemente llegamos a sentarnos en la ventana que en este caso implica abrir una posibilidad a una mala experiencia. Es decir, que no importa la situación que te forzó a llegar a la ventana, sabes que implica un riesgo. \n\nPero…qué bueno que la historia no termina ahí. Dice que “Pablo descendió” y eso es lo que muchas veces necesitamos cuando hemos caído, que alguien sea capaz de bajar hasta donde estamos. Dice que Pablo “se echó sobre él y lo abrazó” . Que importante fue ese contacto personal !!! (y Cristo es el modelo perfecto para trabajar con los caídos) Entonces el joven vivió nuevamente. De la misma manera, Jesucristo fue a nosotros, nos animó y nos trajo de la muerte a la vida. En fin, hay muchas cosas en nosotros que pueden ser esa ventana y poner en riesgo nuestra vida y salvación. \n\nPiensa que si no has caído, procura NO SENTARTE en la ventana y si has caído, ACEPTA EL ABRAZO que devuelve la vida y nos lleva a empezar de nuevo, el de Cristo. Lo importante de esto es que algo tan “simple’ como escoger dónde sentarte podría cambiarte la vida para siempre. \n'