Clase 406
Hace ya unos días, en tiempo de “descanso”, en donde me proponía distanciarme un poco del ruido del mundo y de los demás, me acosté en mi cama y por fortuna o desgracia, encendí esa caja tan misteriosa pero con tanto “raiting” llamada televisión.\n\nHe escuchado muchas veces que los medios de comunicación son un arma de doble filo. Que si no los sabes manejar a tu manera, ellos te manejan a la suya. Pero como nosotros los jóvenes, a veces pensamos que nos exageran las cosas, quisé comprobarlo por mi mismo. \n\nEmpecemos el menú del día con las típicas ventas por televisión, que bien o mal, hay veces que hacen que “necesites” algo que ciertamente no ocupabas, esa es la magia de la mercadotecnia. Cambiando de canal me topé con un programa aquí en México, de esos que les llaman de “corazón” llamado “Mujer casos de la vida real”.\n\nMás que de la vida real, me presentaron dos situaciones que se resumían en infidelidades de pareja y sobre todo, en donde le tenían que agregar de su cosecha para mantener al espectador entretenido y que pudiera seguir gozando, al ver como el amor se destruye de un día para otro. Que fácil es presentar una situación de desintegración familiar y qué difícil es promover la unión para toda la vida. Triste, pero así vivimos. \n\nTiempo después, seguía con mis reflexiones y quise ver un poco el estreno de una nueva serie de televisión aquí en México: “Clase 406”. Un grupo de jóvenes de preparatoria en donde su centro de atracción eran las drogas y desde luego, el sexo. Niñas adolescentes que se denigraban peleándose con sus compañeras en el baño de la escuela, y los maestros sólo se limitaban a observar y a permitir que las acciones siguieran su curso.\n\nUnos minutos me bastaron, para darme cuenta de lo que me esperaba durante unos meses, para los jóvenes de hoy. Adiciones, placeres y otros antivalores que se demuestran como si no existiera algo que les impidiera hacerlo, ni siquiera el respeto y la dignidad de su propia persona.\n\nCon esto no trato de “satanizar” a la televisión. Simplemente quiero hacer una fuerte reflexión en lo siguiente. Realmente, “Clase 406” ¿es la representación de los jóvenes de México, del mundo? ¿Necesitamos presentar drogas, sexo, alcohol, peleas, para llegarle a un público joven? Si es así, que triste. Porque primero que nada, yo creo que todo esto a lo mejor pertenece a una realidad, pero el verlo como forma de mercadotecnia y sobre todo de morbo, tener que venderle eso a la gente significa que no tienes la capacidad para transmitir valores de una forma inteligente y con sentido.\n\nYo creo firmemente en aquel joven líder, que se levanta día con día, para tratar de comerse al mundo de una sola mordida. Yo creo en aquel joven entusiasta, motivador, alegre, que quiere hacer algo por su mundo. Yo creo en aquel joven que un día tuvo la fuerza de voluntad para decir que no a aquello que le impedía ser feliz. Simplemente, yo creo en los jóvenes, como tú y como yo, que sabemos, que esa cadena de televisión no necesita eso, que puede, como empresa seria y de calidad, transmitir algo más, que deje a la gente un buen sabor de boca. \n\n¿Por qué dejamos que esto suceda? ¿Dónde estamos nosotros, que un día nos comprometimos y soñamos, con ser líderes del siglo XXI?\n\nSi tu trabajas en medios de comunicación tienes toda la posibilidad para abrir horizontes y demostrarle a la gente, que con un poco de creatividad y sobre todo, de amor a Dios y a los demás, puedes hacer un programa, un libro, un comercial, algo que contenga el producto más difícil de vender, “Jesucristo”. No lo tienes que hacer de forma directa, hay miles de posibilidades. Las irás descubriendo poco a poco. Y tú, que no estás involucrado en esta maraña tecnológica, te invito a que por lo menos opines, hables, “necesitamos ser escuchados”.\n\nRecuerda que formas parte de un grupo selecto de grandes líderes. Pero los líderes opinan, hablan, sobre todo, ven un problema, y de inmediato, lo transforman. Atrévete a pensar cuando estés inmerso en los medios de comunicación, antes de que ellos piensen por ti. \n'