Cómo Saber si tus Jóvenes Están Creciendo

"¡Bien jóvenes, vamos a hacer una prueba! ¡Guarden sus libros y notas, busquen un lápiz, y vamos a ver qué han aprendido!”\n

Este anuncio desencadena un gran aumento de adrenalina en los muchachos. Y es el arma preferida para la evaluación en masa en las escuelas desde...siempre. \n Habrás pensado que en los ministerios juveniles sería aceptable utilizar una evaluación como la de las escuelas para evaluar su filosofía de largo plazo. \n

Pero no. De algún modo evaluar el crecimiento espiritual de los jóvenes decididamente parece poco espiritual. Así que quienes trabajan con jóvenes invirtiendo enormes cantidades de energía, creatividad, compromiso y oración por los jóvenes, esperando el mejor resultado.

Cuando buscaba material para este artículo, le pregunté a varios líderes de jóvenes experimentados cómo verifican el progreso de sus adolescentes. Obtuve miradas fijas y silencios incómodos. El común de sus respuestas fue: "Sé que debería estar checando su progreso espiritual, pero no sé cómo hacerlo. Después de todo, cómo hacer un examen del desarrollo espiritual?”

Pienso que esta aversión a evaluar el crecimiento espiritual de los jóvenes es exagerada e innecesaria. Por unos minutos, vamos a dejar todas nuestras ansiedades y vamos a explorar la manera de trasladar las estrategias de evaluación de rendimiento escolar, para ser usadas como herramientas en el ministerio juvenil.

Cómo miden los educadores el crecimiento o desempeño de los jóvenes.

Con la tendencia hacia el aprendizaje activo e interactivo, los maestros de escuela de hoy están experimentando con nuevas maneras de determinar el crecimiento académico de los muchachos. Las dos rategias más populares y exitosas son: La Evaluación de Desempeño (ED) y la Evaluación Auténtica (EA).

Ambas estrategias evalúan qué tan bien los jóvenes pueden hacer algo. Los maestros aplican el ED en situaciones parecidas a la vida real, como simulaciones, estudio de un suceso o situación, o asumir un papel. Utilizan el EA en situaciones de la vida real, como proyectos de servicio a la comunidad y viajes al campo. \n

Los educadores afirman que poseen cinco claves de evaluación efectiva:

El objetivo debe ser producir crecimiento.
Maestros, estudiantes y padres deben trabajar juntos
Todos los involucrados deben conocer y estar de acuerdo con las metas de crecimiento.
Debe ser una evaluación multifacética, no unidimensional.
Debe ser un proceso continuo.

Y dicen los educadores que hay cuatro maneras de evaluar el progreso de los jóvenes:

La auto evaluación.
La evaluación de los padres.
La evaluación de los maestros.
La evaluación de los compañeros.

¿Qué pueden significar estos principios para los ministerios juveniles? Pienso que nos desafían a regresar, para ver cuánto conocen los jóvenes acerca de su fe; y a enfocar en cómo están viviendo su fe. Para lograr esto, es necesario salir de la iglesia a la vida cotidiana. Allí, alentamos el crecimiento cuando lo vemos, apuntamos hacia la cooperación de los jóvenes y sus padres, y planeamos tareas que ayuden a los jóvenes a captar lo que queremos que conozcan, sientan y hagan en su trayectoria de fe. Finalmente, reconocemos que los jóvenes no llegarán a la perfeccionen la tierra, la vida espiritual es un peregrinaje en compañía y bajo el señorío de Cristo.

Ideas para verificar el crecimiento de los jóvenes.

Necesitas formas de medir en dónde se encuentran, tanto en el corto como largo plazo, en su crecimiento espiritual continuo. Utiliza estas ideas como base, o como semillas para empezar el proceso con tu grupo:

Midiendo el Crecimiento a Largo Plazo.

1. Metas de crecimiento espiritual. Planea una reunión de forma individual con cada joven para decidir en qué áreas les gustaría crecer durante el siguiente año. Establezcan metas medibles, y pónganse de acuerdo en cuanto a cuando evaluar sus progresos durante el año.

Por ejemplo, uno de los jóvenes se pone la meta de desarrollar una actitud de más atención hacia los demás. Juntos deciden pasos prácticos hacia ese objetivo: \n escribirle a alguien una nota de aprecio o estímulo una vez por semana. Otra adolescente decide que quiere desarrollar un tiempo devocional más consistente. Ella planea leer su Biblia y orar tres veces por semana. Otro quiere actuar en un compromiso de fe, sirviendo a su comunidad, trabajando como voluntario un día a la semana.

La clave: Las metas deben ser fijadas por los propios jóvenes que las quieren alcanzar. Tu papel es darles ideas y orar por los objetivos señalados, prometerles estar en contacto con ellos, y ponerse de acuerdo con ellos para verificar cómo les está yendo. Tu objetivo es proveer información responsable y estímulo, no es provocar sentimientos de culpa.

2. Una Carpeta de Fe. Ayuda a los jóvenes a desarrollar una carpeta de su trayectoria de fe. Inicia la cartera de tus jóvenes cuando están secundaria o cuando entran al grupo. Su primer acto de sumisión puede ser una descripción de su caminar en fe hasta ahora. Después, planea tiempos periódicos durante las reuniones, para que los jóvenes escriban respuestas a preguntas tales como:

Mi trayectoria de fe empezó:
Mi relación actual con Dios es:
Mi relación con Dios ha cambiado así:
El grupo de jóvenes me ha ayudado en:
Estoy luchando con el grupo de jóvenes porque:
De este retiro, he aprendido:
Un aspecto de mi viaje espiritual sobre el que me estoy empezando a preguntar es:
Como resultado del estudio bíblico, entiendo mejor:
Estoy orgulloso por la manera en que estoy creciendo en mi caminar cristiano porque:
Para el final de nuestro Estudio, prometo:
Un área de la fe en la que todavía tengo preguntas es:

No todos los adolescentes se destacarán en su tarea de escribir, así que anímales a grabar en una cinta de audio cómo ha sido su peregrinaje espiritual, a crear una representación artística de su caminar espiritual, o escojan otra forma creativa de expresión.

Planea un evento anual donde los jóvenes puedan revisar sus carpetas y reflexionar en su trayectoria. Además de la reflexión anual, pide que los jóvenes respondan preguntas, estudien sus antecedentes familiares, y lo que surja durante el año. Pongan sus respuestas en la carpeta. O planeen ejercicios mensuales que puedan incluir en sus carpetas.

Pide a líderes voluntarios, padres, y otras personas que pongan mensajes de estímulo espiritual en las carpetas. Anímales a escribir una carta que resuma el crecimiento espiritual del joven.

La carpeta es una representación externa de cómo Dios está trabajando en la vida de los jóvenes. Mantén las carpetas organizadas. Colócalas en un lugar seguro en la iglesia. Y luego, durante al graduación o fiestas de despedida, preséntalas como los recuerdos atesorados por los miembros de tu grupo.

3. Conferencias. Establece una agenda para encontrarte, por separado, con cada joven, sus padres y al menos un adulto voluntario. Utiliza las reuniones para hablar de las metas del ministerio juvenil y el crecimiento individual de los jóvenes.

Midiendo el Crecimiento a Corto Plazo.

Proyectos de Servicio. Involucra a los jóvenes en proyectos que los ayuden a vivir las enseñanzas recibidas. Por ejemplo, cuando los jóvenes terminan una sesión sobre mayordomía de la tierra, desafíalos a desarrollar un plan de reciclado para la iglesia.
Jóvenes maestros. Pide que los jóvenes enseñen una lección de resumen al final de una serie o unidad. O, con base en lo que aprendieron que preparen actividades para la enseñanza creativa para los niños o adolescentes menores.
Simulaciones, análisis de casos propuestos, y representación de roles. \nDale a los jóvenes la oportunidad de actuar lo que han aprendido. Pide que los jóvenes apliquen principios bíblicos en estas actividades, y cuando un joven aplique bien un principio bíblico, asegúrate de firmarlo o elogiarlo. Pero, cuando los jóvenes luchan para aplicar lo que han aprendido, utiliza el momento para enseñarles.
Representaciones estilo televisión, radio y teatro. Reta a los jóvenes a escribir y actuar un drama corto, recomponer una vieja canción con lenguaje nuevo y cantarla. Escribir un rap y rapearlo. Escribir y producir un programa de noticias, o una función de títeres para niños, o crear un trabajo artístico para exhibirlo.

Es tiempo de preguntarnos: "¿Están creciendo mis jóvenes en su trayectoria de fe? ¿Cómo puedo saberlo?” Estas preguntas requieren nuevas y audaces estrategias para ser contestadas. No es imposible.

Denise Muir Kjesbo es profesora de Educación Cristiana en Estados Unidos.

Cultura Juvenil