Concurso Parábolas: “El Gran Cielo Verdadero”

Formulario - Concurso Parábolas\n\nNombre: Francisco Antonio Montoya Alegre.\nEmail: tonomontoya@telefonica.net.pe\nTeléfono (en caso de ser ganador): 044-242364 ó 044-284226\n- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -\n\nPrincipios (especifica los principios bíblicos que se destacan de la parábola a través de tú historia): Interpretación escatológica de la Parábola del Hijo Pródigo, el cual representa, en el final de los tiempos, al hombre, y sus hermanos, los ángeles buenos.\n\n\n\nSinopsis (aquí debes proveer un resumen breve de tu historia o guión, y de cómo los principios bíblicos están reflejadas en él):\nEl escenario es el Cielo en el tiempo del Juicio Final.\nEs una parábola, y no una visión, en la cual se trata de plasmar los sentimientos de la misma.\nEs la pugna entre los seres creados. No se ha explayado más en nombrar a cada uno de ellos, pero se menciona a: la muerte, los ángeles malos, los ángeles buenos, Jesús, y el hombre.\nEn ésta parábola el hombre es representado por un solo ser, que vuelve al origen con Dios, y es exaltado sobre los ángeles y todos los seres, y con Jesucristo es Rey del Universo, como en el Principio.\n\nSal.8.3 «¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria,\ny el hijo del hombre para que lo visites?».\n5Lo has hecho poco menor que los ángeles\ny lo coronaste de gloria y de honra.\n6Lo hiciste señorear sobre las obras de tus manos;\ntodo lo pusiste debajo de sus pies:,\n7ovejas y bueyes, todo ello,\ny asimismo las bestias del campo,\n8las aves del cielo y los peces del mar;\n¡todo cuanto pasa por los senderos del mar!ç\nGn.1.27\n27Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.\nJUAN1En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2Este era en el principio con Dios. 3Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. \n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -\nTu Historia, Guión o Narrativa: “El Gran Cielo Verdadero”\nLa Historia ya había terminado; la humanidad también. Sólo en un rincón, del Gran Cielo Verdadero se encontraba el menor de todos los participantes; el hombre.\nY es que ya es el final de todo; y por fin se compararon todas las verdades. Y pudimos saber, que hubieron siempre otros seres en El Universo: Unos mayores y otros menores.\nAhora ya todos los seres se presentan ante el Creador; me refiero a Dios.\n¿Quiénes fueron los mejores?, ¿Quiénes lo lograron?. En el lado más alto (más visible) estaba “La Muerte”: \n-He cumplido fielmente mi labor; ¡merezco la desaparición!- rogaba con impetuosa seguridad. Y es que la realización de ella es el hacer pasar a los que existen hacia un lado menos real, por lo tanto, ella misma se realiza en la condenación misma.\nPodríamos hablar mucho acerca de las posiciones de ciertos ángeles, mucho acerca de sus colores; pero fue más importante el momento en que los ojos de todos se fijaron en el hombre.\nPero los otros espíritus no necesitan de ojos para ver, ni de bocas para hablar; pero lo cierto es que hubieron momentos en que no pusieron su atención en él, pero hubieron muchos más en que sí. Y es que no existe otro ser tan distinto a otros en el cielo, que el hombre.\n-¡Es débil!-, gritaron los demonios, -¡e insignificante!- dijeron otros más.\n-¡Es verdad!-, interrumpió una voz potente, pero suave y armoniosa: era la voz de Jesús.\nTodos los seres se ubicaron en su lugar celestial, y a los ángeles buenos se les dio aún más luz que la que tuvieron; pero a los ángeles malos no se los echó por completo ni eternamente y para siempre, porque era necesario que vieran el final.\nLos ojos del humano, con humildad se volvieron a Jesús, pero vacíos de derecho, mas como una sonrisa desde su corazón se presagiaba, al ser él y El Rey uno solo, y semejante. \nY el hombre retornó a su hogar, y dijo: - Padre, si pudieras olvidar a los que me acusan, pues su ruido es muy intenso-.\n-Puedo-, dijo Dios. Y en un abrazo hermoso llegaron a hacerse uno con Jesús, y se hicieron uno en cuerpo, y su cuerpo fue hecho hermoso, como el de una piedra preciosa y cristalina, luminosa y pura.\nJuntos entraron, como si caminaran juntos, hacia la casa. Y la dirección hacia la puerta nadie podía llegar, sino sólo Jesús. Y se cerraron las puertas. \nY alguien pudo sospechar que la Eternidad había empezado cuando estuvieron dentro de la puerta; pero el pensamiento sabio, sabe que la eternidad, lo es también desde el comienzo, en El Principio; y no solamente a partir de algún suceso. Porque en realidad estuvieron juntos siempre; y aunque antes no lo estuvieron, lo estarán siempre por la eternidad, la cual ya había empezado antes.\nCuando se cerraron las puertas, desde afuera podía verse a los ángeles que hubieron visto la escena. Nos referimos a los ángeles buenos, que siempre pudieron ver el Cielo, y éstos se alegraron, y aplaudieron a su manera, la cual es mediante alabanzas y cánticos celestiales.\n¡El hombre ha venido a ser Dios!, ¡El hombre ha venido a ser Rey del Universo!.\nY como algunos pensamientos llegaron a existir en ése momento, tuvieron en Dios su destino, y conociendo que los ángeles parecían haber quedado fuera, éste les contestó:\n- No es que haya hecho al hombre más de lo que se merece; sino que ha llegado a ser lo que ha sido desde El Principio: ¡A mí semejante!, porque todo lo que existe ha sido hecho para Él, y el hombre es mi hijo, que se había perdido, pero ahora ha regresado; estaba muerto, mas ahora vive por la eternidad.\nY los ángeles que amaron siempre a Dios, se alegraron con su gozo; pero los que nunca pudieron soportar su bien, sufrieron por la eternidad al ver la puerta cerrada, y desde afuera el brillo del poder del amor que se proyectaba hasta afuera, siendo ésta luminosidad, alegría para sus santos ángeles, pero sufrimiento eterno para los malvados, los que gritaron alguna vez: \n-¡Crucifícalo!-.'
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