Cuando Dios Mira Hacia Abajo

Normalmente trato de fijarme en lo que sea relevante para mi alma, cierto domingo regresaba de la iglesia un tanto cansado pensando en mis problemas o mejor dicho analizando el saldo del día, iba reflexionando en el autobús pensando y miré abajo, cerca de la entrada entre las muescas del piso de aquel autobús estaba una moneda de cinco centavos, en sí no era la gran cosa pero me dio la apariencia de que había estado ahí todo el día esperando que alguien se fijara en ella, parecía que estaba bien atrapada, es más cada vez que alguien subía tenía que pasar encima pisoteando a la pobre moneda, parecía que su día tenía un gran saldo negativo: “Ignorada”, “Pisoteada”; pero sobre todo en ese lugar no estaba ejerciendo su propósito; se oiría estúpido crear una moneda para que adornara el piso de un autobús viejo. No pude dejar de fijarme en ella, nadie la miraba, pensé de qué bolsillo habría caído, pensé “de qué seguridad a qué olvido”… fue el giro de esta moneda.\n\nRealmente estaba muy difícil de tomar, si la deseaba, debía inclinarme enfrente del pasillo del autobús y hacer un esfuerzo para sacarla de la muesca, y todo esto en segundos. Me miré a mí mismo y pensé por un tiempo mientras llegaba a mi parada haciéndome esta pregunta, ¿Qué pasa cuando Dios mira hacia abajo?\n\nMiró hacia abajo para ver en problemas a Daniel y rescatarlo de los leones; miró hacia abajo para ver a José en la cárcel, acusado falsamente, y en un pozo a punto de ser vendido a mercaderes que lo llevarían a Egipto; miró hacia abajo y vio a Lot en Sodoma; miró hacia abajo a Pablo y Silas encarcelados; miró hacia abajo para ver a una humanidad caída, miró hacia abajo para ver qué tan mal estabamos y miró hacia abajo para venir a salvarnos y cambiar las cosas para que estuviéramos junto a Él, y para ayudarnos a cumplir nuestro propósito… \n\nTal vez por eso me aventuré a recoger la moneda de cinco centavos, quería que su propósito se cumpliera y me incliné enfrente a todas las personas que abordaban el autobús e hice fuerzas en la muesca del piso para liberar la moneda y tomarla, y luego al bajarme del autobús pensé en cómo Dios nos mira, en cómo Dios se duele al mirar a la sociedad decadente, al mirarnos peleando por estupideces, al mirarnos incrédulos, al mirarnos pisoteados, dolidos, ignorados y demás, y todavía hasta el día de hoy seguir mirando fijamente a su creación con tal amor y con tal pasión que creo que no tengo nada más que decirle: “Gracias”.\n\nAl final del día saqué un saldo positivo, una moneda que representa a una humanidad y una mirada que representa la apreciación de Dios, por lo que logré irme con una pregunta respondida con amor por el mismísimo Señor. \n\nCuando Dios mira hacia abajo es para ver el objeto de su amor… Ese eres tú. '
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