Mundo Postmoderno: David 3
PASAJE BÍBLICO\nSalmo 40:1-5\n\nIDEA PRINCIPAL\n\nDavid nos enseña la necesidad de esperar de forma paciente en el Señor cuando somos incapaces de controlar nuestras vidas, experiencias o circunstancias.\n\nDESARROLLO\n\nNo sabemos en qué circunstancias el rey David escribió este salmo, pero si estamos seguros que fue escrito por el gran salmista. David vivió numerosas situaciones y experiencias en su vida en las cuales las cosas estuvieron totalmente fuera de su control. Recordemos tan sólo un par de ellas. \n\nDurante meses y meses David tuvo que huir del rey Saúl que pretendía acabar con su vida. Todos conocemos cómo los acontecimientos se sucedieron después de la derrota del gigante Goliat a manos del joven pastor. David fue aclamado como un héroe nacional y eso despertó la envidia, la ira y el deseo del rey de acabar con su potencial contrincante. Saúl vio peligrar no únicamente su propio trono sino también su dinastía.\n\nSaúl se lanzó a una encarnizada persecución de David a través de las tierras del reino. En varias ocasiones nuestro protagonista estuvo a punto de sucumbir. También un par de veces David tuvo en sus manos la posibilidad de acabar con la vida de su perseguidor y decidió no hacerlo. \n\nFinalmente tuvo que huir a la tierra de los filisteos donde se empleó como un mercenario a las órdenes de uno de los muchos reyezuelos locales. Incluso en el exilio su vida no siempre estuvo a salvo y experimentó la pérdida temporal de su familia y todas sus posesiones. El peligro no desapareció totalmente hasta que Saúl y sus hijos murieron en combate contra los filisteos.\n\nLa otra situación sobre la que queremos llamar tu atención es la rebelión de Absalón, el hijo del entonces ya rey David. Absalón se rebeló contra su padre y se proclamó rey de Israel. A recomendación de sus consejeros el rey y una parte de su corte huyeron hacia el exilio. David experimentó la amargura de ver a su propio hijo usurpando el trono, acostándose con sus concubinas, una parte de su gobierno traicionándolo e incluso ver su propia vida en peligro. Finalmente, contempló la muerte de su propio hijo a manos de su ejército que no obedeció sus órdenes.\n\nEn ambas situaciones, la rebelión de Absalón y la huida delante de Saúl, David fue totalmente reactivo. No podía hacer nada sino huir. Perdió el control de su reino, de sus circunstancias y, en ocasiones, incluso de su vida. David se vio arrastrado por circunstancias que estaban total y absolutamente fuera de su capacidad de control.\n\nCon toda probabilidad fue en medio de estas u otras circunstancias similares que David escribió este salmo y las profundas lecciones espirituales y vitales que en el mismo se incluyen.\n\nDavid habla de esperar pacientemente en el Señor. Todos sabemos que cuando no tenemos control sólo nos queda esperar. Pero hay maneras diferentes de esperar. El salmista habla de hacerlo de forma paciente. La paciencia es una respuesta de paz y confianza delante de situaciones, circunstancias o personas que nos afectan y que no podemos controlar. \n\nLa Biblia indica que la paciencia es un fruto del Espíritu Santo y, por tanto, relaciona nuestras situaciones descontroladas con su soberanía y su total control sobre nuestras vidas y sobre la historia. El trabajo del Espíritu de Dios en nuestras vidas es el que produce esa paz que no tiene relación directa con nuestra falta, en ocasiones total y absoluta, de control sobre lo que nos sucede a nosotros y a nuestros seres queridos.\n\nDavid aprendió de primera mano las lecciones que explica en este salmo, esperar de forma paciente porque existe la seguridad que, a su tiempo, no necesariamente, mejor dicho, nunca la mayoría de las veces en nuestro tiempo, el Señor actuará y traerá a sus hijos la intervención prometida, eso sí, de acuerdo a sus propósitos, no a los nuestros.\n\nLa promesa del salmo es que Dios activamente se implicará en nuestras circunstancias, puede ser que tarde, pero que sin duda lo hará. Su intervención puede tardar años, por eso David nos advierte de la importancia de la espera paciente.\n\n\nAPLICACIÓN EN UN MUNDO POSTMODERNO\n\nEl deseo de control sobre nuestras vidas, destino y circunstancias es una característica típica de la sociedad en que nos ha tocado vivir. Queremos ser los dueños de nuestro destino, tomar nuestras decisiones, ir por nuestro camino y controlar todo nuestro entorno vital.\n\nPero, desgraciadamente, todos los seres humanos vivimos vidas que están sometidas y bajo la influencia de muchos factores que están totalmente fuera de nuestra capacidad de control e influencia.\n\nLa inmensa mayoría, por no decir la totalidad, de las personas están a merced de fuerzas sociales, culturales, económicas y políticas sobre las que no tienen el más mínimo control o poder de decisión. Sus trabajos y sus futuros y con ellos los de sus familias, dependen de decisiones tomadas a miles de kilómetros de sus hogares por personas que ni siquiera conocen ni conocerán. \n\nTodo ello sin mencionar nuestra salud y la de nuestros seres queridos, sometida en ocasiones a aparentes caprichos de la naturaleza o fuerzas cuyo comportamiento lógico nos resulta incomprensible.\n\nAnte todo ello el hombre postmoderno reacciona en la mayoría de los casos con ansiedad, frustración, lucha denodada por cambiar las situaciones y frecuentemente una amarga sensación de derrota.\n\nDavid nos estimula con las palabras del salmo a aprender de forma vital a esperar pacientemente en el Señor en todas aquellas situaciones, circunstancias o relaciones en la que hemos perdido total o parcialmente el control.\n\n\nPREGUNTAS DE INTERACCIÓN\n\n1. ¿Cuál es tu reacción cuando no puedes controlar tu vida, tus circunstancias, tus situaciones, tus relaciones? \n\n2. ¿Qué diferencia existe entre paciencia y resignación?\n\n3. ¿Cómo puedes relacionar las palabras de Pablo en Filipenses 4:13 con las palabras de David en el salmo 40?'