1. El político: habla fuerte, es el sábelotodo, sin esquema, rollo.\n\n2. El indolente: no se adapta, sólo repite o lee el libro. Transmisor.\n\n3. El burgués: comodino, habla mucho de él, presume, termina pronto.\n\n4. El intelectual: pretende transmitir la fe a base de puro razonamiento, habla un lenguaje que el auditorio no entiende.\n\n5. El General: le gusta amenazar, es regañón, polarizado en la disciplina.\n\n6. El bonachón: permite todo, no exige nada, ¡Todos son tan buenos!\n\n7. El banquero: está persuadido que él sí sabe y que los demás no saben nada. El da. Los demás son depósitos que reciben.\n\n8. El nervioso: habla rápidamente, se ataranta, se mueve demasiado, pone a la gente nerviosa, vive tenso, incomoda al grupo.\n\n9. El cirquero: se complace en hacerse notar, tanto se mueve que marea, prefiere divertir a educar.\n\n10. El despistado: confunde los nombres de los alumnos, se alarga en los temas (no tiene idea de la hora), olvida tomar a tarea.'