Dispuestos A Pagar El Precio
David luego de ser elegido rey de Israel toma una muy buena decisión; traer el arca de la alianza a Jerusalén, la ciudad donde él vivía. El comienza diciendo “Traigamos el arca porque desde los tiempos de Saúl no hemos hecho caso de ella\". (1 Crónicas 13:2-3)\nEn esos tiempos el arca significaba la presencia de Dios, al decir esto David estaba declarando que desde los tiempos en que Saúl reinaba no habían tomado en cuenta a Dios y sólo habían andado en sus propios caminos. \n\nTodo partió cuando David reconoció que habían dejado de lado a Dios y ya no quería que fuera así, ahora quería contar con Su presencia, día y noche. El arca estaba lejos, iba a costar traerla, pero valía la pena el esfuerzo. \n\nDavid no preparó las cosas de la forma en que Dios había mandado que se transportara el arca, que debía ser cargada por cuatro levitas con unas varas, para no tocar el arca, por lo que muere Uza y tienen que llevar al arca a la casa de Obed-edom. Cuando llegaron con el arca a la casa de Obed-edom, él dejó que Dios entrara en su casa aceptando todo el precio que fuera necesario, estuvo dispuesto a todo con tal de tener la presencia de Dios en su hogar. \n\nMuchas veces nosotros queremos, como David, traer la presencia de Dios a nuestra vida y creemos que es ir, buscarla y retenerla. Quizás lo fácil es ir y buscarla pero lo difícil está en retenerla, y es ahí cuando muchos flaquean y deciden que no es tan importante obedecer en todo a Dios. \n\n Debemos entender que necesitamos de Dios, que no podemos continuar en nuestros caminos porque no son perfectos, y debemos querer que Dios actúe en plenitud en nuestra vida, pero para eso debemos hacer morir la carne, ósea, pagar el precio. Obed-edom estuvo dispuesto a pagar el precio, así debemos de ser nosotros. \n\nHay cuatro pasos fundamentales que debemos seguir para estar en la presencia del Señor:\n\n1. Anhelar la presencia de Dios\n2. Buscar por la presencia de Dios en nuestra vida, a través de aceptar a nuestro Señor Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, y obedecer sus mandatos.\n3. Hacer prevalecer nuestro espíritu en vez de la carne (Pagar el precio)\n4. Retener la presencia de Dios buscando siempre que el Espíritu Santo dirija nuestras vidas.\n\nNadie puede contar con Dios sino (1) reconoce que necesita de su presencia. (2) Hay que dejar el pecado, el hábito oculto y todo lo que nos separa del Señor. (3) Debemos mantenernos en santidad, dejar que su Espíritu remueva y sacuda todo lo que sobra en nosotros, así podrá actuar. \n\nO pagas o no el precio, nadie te va a obligar. Ni siquiera Dios viene con una pistola a obligarte que lo busques, pero tener el beneficio de estar en su presencia cuesta. No es fácil, es sólo para los que están dispuestos a pagar el precio.\n\nY tú dirás ¿Y que gano con tener la presencia de Dios? \nEn la Biblia dice que mientras Obed-edom tuvo el arca en su casa Jehová bendijo su vida, su familia y todo lo que tenía. Así mismo hará Dios pero sólo cuando estés dispuesto a pagar el precio por estar en su presencia día y noche.\n\n:)'