El Concierto que Conmovió el Corazón de Dios
Es muy común en estos días, estar informados y hasta ser partícipes de cuantos eventos o conciertos, de artistas Cristianos se realizan. Pero, sin temor a equivocarme pienso, que así como la música es una buena estrategia para comunicar el evangelio veo con mucho temor como se va convirtiendo en un fin en sí mismo descartando su propósito y su mensaje.\n\nRecuerdo hace un tiempo atrás que, por razones de mi trabajo, visitamos las instalaciones de un templo evangélico donde llevaríamos a cabo una actividad académica con jóvenes. Al llegar al templo nos informaron que dos días antes se había llevado a cabo un concierto de jóvenes cristianos, era evidente por los instrumentos y el despliegue de luces y equipos que quedaban todavía sobre la plataforma. \nOcupando el centro se encontraba una estructura rectangular cubierta por una alfombran de color azul, sobre la cual se encontraba montada; una batería. Obviamente, debíamos desmontar todos los equipos e instrumentos para realizar nuestro evento, me llevo mucho a reflexionar sobre el estado espiritual de aquellos jóvenes participantes del concierto, el descubrir lo que había debajo de aquella alfombra azul. Era un armazón de madera sucio y apolillado, rellenada por dentro por retazos viejos de madera con clavos oxidados, con retazos de un colchón mal oliente y una serie cartones y otros desperdicios. Un cuadro revelador Dios nos mostraba allí. La pobreza espiritual para discernir lo relevante de lo que no lo es. No la apariencia y el glamour, si no, el fondo, lo que hay detrás y debajo de los tejidos de mi corazón donde Cristo debe ser el centro. ¿Habrá manifestado Dios su presencia allí?. Sería mezquino afirmar que no, pues por amor a los pecadores Dios lo hace a pesar de nosotros mismos, pero nos imaginamos cuanto más podría hacer si le adoráramos con manos limpias y corazón puro?\n\nProbablemente lo que vi allí solo puede ser alegórico y anecdótico, pero díganme si no es cierto, que muchas veces subimos a la plataforma o ejercemos el servicio a Dios con contiendas, con diferencias, con tensiones y resentimientos en nuestros corazones?\n\nOtra cosa fue lo que aconteció aquella noche alejados de las luces y el glamour, en medio de la inmundicia que los rodeaba; donde aquellos siervos de Dios presentaron un concierto que conmovió su corazón.\nEllos hicieron brotar la belleza de su adoración, elevándose como un grato incienso, perfumando la hediondez de aquella cárcel hacinada y pestilente.\nHechos:16:22-40\n\nCuando leo en las Escrituras la descripción de las circunstancias que rodeaban a Pablo y Silas Surge una pregunta: ¿Puede un hombre o una mujer adorar a Dios después de tal humillación? Si leemos los versículos del 22 al 24 y especulamos un poco respecto a los sentimientos que invadían sus mentes puedo imaginar la vergüenza y humillación que les inundaba al verse con sus ropas hechas tirones por la actitud violenta con que los desnudaron, la sensación de rabia y deseo de venganza que brotaba de sus corazones después de cada chasquido de la vara sobre sus espaldas, no siendo suficiente, no sólo estaban privados de su libertad física sino, lo que es peor, coactados de la libertad de ejercer sus propias convicciones, pues estaban conminados en lo mas profundo de la cárcel y asegurados con el cepo. \nLa frase que continúa “...Pero a la medianoche, orando...” es importante para comprender ese proceso que realiza Dios para preparar el corazón de un adorador. La Escritura no dice a qué hora fueron llevados a la cárcel, se puede inferir, por la expresión, que han pasado algunas horas. Donde los sentimientos de impotencia, rabia y frustración como los vientos impetuosos luchando en el interior de sus mentes; son aquietados y suprimidos por la oración en la presencia de Dios. Es así que en el santuario de Dios Él nos hace comprender la razón de las circunstancias. Sal. 73:17. \nEntonces, purificados por la Palabra y la oración, pueden ahora elevar sus voces bendiciendo y adorando al Dios Todopoderoso.\n\nUna auténtica alabanza no puede surgir, a menos que nuestros sentidos y todo nuestro ser se encuentren afinados y sincronizados en una estrecha comunión con Dios y eso sólo se da a través de la oración y búsqueda de su presencia.\n\nEs en la presencia del Señor que tus más íntimos pensamientos y sentimientos son tamizados por el poder de su Espíritu.\nY eso es algo que el entendimiento no alcanza a comprender.\nDios, cual Padre amoroso, Jamás resistirá al corazón contrito y humillado, más aun cuando nuestra humillación no procede del dolor de nuestro propio pecado sino del dolor por perseverar en ser obedientes a Él, a pesar de la injusticia. \n\nEs entonces cuando Pablo y Silas elevan un canto poderoso que no hay cárcel ni cepo que pueda contener y se desborda la más preciada libertad del alma y del espíritu que arrasa con cualquier limitación humana y el poder de Dios de derrama y remece los cimientos más profundos de cualquier fortaleza o prisión y las consecuencias no esperan sino que la manifestación de Dios en la vida de estos siervos impacta de tal manera la vida de los que con ellos estaban y no hay lugar a la duda y al escepticismo que suele verse hoy aun en los creyentes.\n\nEl llamado de Dios nunca fue a perfeccionar técnicamente la Alabanza, sino, a perfeccionar nuestros corazones por su palabra, A Dios no le impactó el melodioso canto de Pablo y Silas sino el corazón perfecto de ambos que al igual que Cristo pasaron por alto la afrenta y encomendaron su causa al que juzga justamente.'