El Regazo De Mamá
Si supieras mamá, cómo recuerdo el hogar que tú me diste. ¿Te acuerdas del árbol de granada que sembraste un diciembre? ¿Y el árbol de moras que servía de lindero con nuestros vecinos?\n\n Cuántas cosas recuerdo con infinito cariño del hogar que me diste, pero sabes de entre todos los sitios preferidos de mi infancia, hay uno que siempre extrañaré.\n\nEn ese dulce refugio, llegaba para recostar mi cabeza, recuerdo tus manos pequeñas y tersas acariciando mis cabellos, tus labios musitando dulcemente el mensaje que mi corazón dolido necesitaba.\n\nTenía temor por los relámpagos de esas fabulosas tormentas y corría ansioso hasta tu regazo. Entonces me decías: No temas. \n\nY aunque temblaba cada vez que algún rayo desgajaba ramas de los árboles. Tus manos, mamá, tenían la virtud de infundirme ánimo, escuchaba atentamente cada palabra tuya y el temor se retiraba de casa. El calor de tus manos mamita linda, me daban cobijo, era como estar en un castillo inexpugnable, en una fortaleza indestructible. Y tu regazo jamás se me negó, ni en la tardes de infortunio, ni en mi angustia juvenil.\n\nSiempre tuviste la palabra certera para mitigar mi dolor, has sido bálsamo para cada herida y la poción necesaria para tomar valor y seguir adelante. Tu regazo, ha sido inspiración para anhelar ser cada día mejor y cuando creo que no es posible marchar, recuerdo tu regazo, tu consejo, tu presencia. \n\nY es que en ese refugio, tu corazón de madre, me edificó fortalezas. \nHay murallas que mi madre construyó para bendecirme. \nCon sus manos levantó trincheras. \n\nRecuerdo, estando en tu regazo, una oración. — Bendice a mi hijo, Señor, bendícelo— y tu oración ha provocado lluvias de bendiciones. Siempre, madre, creí que tu regazo había sido mi refugio para mi niñez y juventud, pero ahora se que no es así. \n\nY sabes por qué mamita linda, porque cada oración Dios la tiene en su redoma, y cada lágrima la recuerda. Por eso sé que a pesar del tiempo transcurrido, desde tu regazo, dulce refugio, me construiste con tus oraciones una torre gigantesca y un raudal de dádivas de misericordia.\n\n¡Bendita seas mamita linda! ¡Mi Señor te colme de abundantes bendiciones y en su regazo estés siempre segura!'