El Servicio Según Cristo

Hace algún tiempo había una muchacha que estaba en el ministerio de oración yintercesión. Un día, después de una actividad que se realizó, una señora le dijo a la hermana que si le ayudaba a limpiar la cocina del templo, con una voz sacramental la muchacha intercesora le dijo:\n\n"Lo siento mucho querida hermanita, pero el Señor no me llamó a lavar ollas, el Señor me llamó a interceder y a hacer guerra espiritual".\n\nPor esa razón el Señor me llevó a reflexionar acerca de la diferencia entre el Servicio Cristiano según mi propia versión y el Servicio Cristiano según Cristo.\n\n- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -\nPor unos minutos imagina la escena de la última cena (Juan 13), Jesús estaba a punto de entregar su vida por nuestro rescate, ya había estado por cerca de tres años con sus discípulos, los había formado, les había entregado su evangelio, y les había transmitido su carácter y su misión. Antes de la última cena (según el relato sinóptico de Lucas) se nos narra una petición que me imagino tomó por sorpresa a Jesús. Solo imagina a Juan, el discípulo amado y a Jacobo, acercarse a Jesús silenciosamente y decir "maestro nosotros podemos estar, uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando vengas en tu reino"...era evidente que ellos no habían comprendido la esencia del reino de Dios, querían ser reconocidos, admirados, estar en una posición de privilegio a los ojos de los hombres; en ese instante Jesús pensó que más que con palabras, él mismo debía demostrarles simbólicamente la esencia del servicio.\n\nEn Juan 13 se relata la historia del lavamiento de pies. Jesús, dice la Biblia, conociendo que venía de Dios y que se acercaba la hora de concretar su misión de salvar a la humanidad, tomó una toalla, se inclinó y comenzó a lavar los pies a sus discípulos. En el mundo antiguo gentil, esa tarea lo realizaban los esclavos; en el judaísmo lo realizaba el miembro menor de la familia. Que poderoso acto de humildad. Jesús sabía que era el Hijo de Dios, que todo le pertenecía, que iba a cumplir el propósito de redimir la humanidad; el dueño de todo tomó una toalla y lavó los pies de esos hombres; pies sucios, duros, polvorientos, talvez con mal olor debido a la sudoración; el Rey de Gloria estaba manifestando el corazón de siervo a sus discípulos; y luego les dice: El discípulo no es mayor que su maestro, así que ustedes hagan lo mismo.\n\nHoy día el Espíritu Santo nos está haciendo un llamado a tener corazones de siervos, a quienes Dios nos ha llamado a un ministerio o entregado un don, sea música, artes, pastoral juvenil, evangelismo, etc; debemos tener en cuenta que somos siervos (griego: Doúlos = esclavos) de Jesucristo, que nuestro corazón debe tener la disposición y la humildad de Cristo, que tu corazón se regocije en servir, sea ante una persona o ante una multitud, sea ministrar en tu área o sea ayudar a barrer la iglesia, de hecho tu verdadero carácter de servicio se manifiesta cuando haces las cosas que nadie ve. Hay muchos "juanes" y "jacobos", que quieren servir pero sencillamente en su interior lo único que desean es poder y gloria de los hombre, pero hay muy pocos que tienen su corazón dispuesto a servir a pesar de no ser vistos, que quieren agradar a Dios antes que a los hombres, y que esperan a que sea Dios quien los levante.\n\nEn este día amado quiero preguntarte: ¿cómo es tu servicio?, ¿es como el que querían Juan y Jacobo, o es como el modelo que nos dejó Jesucristo....?'
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