El Tiunfo al Ser Constantes

Una de las experiencias que más recuerdo como pastor de jóvenes es la que años atrás vivimos. Eramos apenas unos siete jóvenes, yo tenía poco de haber entrado en la responsabilidad de ministrarles y recuerdo cómo un hombre de Dios vino inspirado por el Espiitu Santo a traer palabra a la iglesia. Eramos en total unos treita miembros. Su palabra fue esta: Subid a lo más alto temprano en la mañana y mirad las luces de la ciudad. Cada luz que veais es un alma que le pertenece al Señor, orad y llenad vuestro corazon porque Dios os hará crecer y os multiplicará. Yo como joven me acerque a esta parte de la palabra y empezemos a ponerla en práctica. \n\nCada domingo en la mañana temprano subíamos a una pequeña montaña y allí contemplábamos la ciudad, y orábamos por la juventud. Fueron meses y meses de constante oración, durante mucho tiempo, no paso nada, el diablo venía y quería destruir nuestra fe, pero seguiamos firmes, orando en la mañana y predicando en las calles, en las calles principales, donde acudían los jovenes para ir de fiesta. \n\nMuchos de los que por allí pasaban eran compañeros de escuela, había que echarle valor al asunto, para algunos los lunes era un día de prueba, ¿Oye tú que hacías con esa gente alli cantando? ¿Tú eres uno de esos locos cristianos? pero nuestro corazón se afirmaba más y más en el clamor, las lágrimas corrían, y los amabamos en Dios.\n\nLa recompensa fue grande, no se convertían en las calles pero Dios los añadia poco a poco, y no tardaban en unirse al clamor y al reto de la montaña, nos instalamos en una casa, para orar, y vimos cómo se llenó de jóvenes, domingo tras domingo. Hoy contamos con más de trecientos jóvenes, en una congregacion que Dios ha bendecido.\n\nPero lo más importante es ser constantes en la oración, Dios lo quiere hacer con todo aquel que le crea.'
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