En Perú, el Señor nos Sorprende

Realmente, el Señor nos sorprende. Él es supremo en todo y especialmente en nuestras actividades, programas y proyectos.\n\nEstoy en Atalaya, una ciudad ubicada en la selva baja del Perú. Pertenece a la Región Ucayali. Tiene aproximadamente 25,000 habitantes. Su clima es tropical, con una temperatura promedio de 32 grados en verano y de 20 grados en invierno.\n\nEstá ubicada a orillas del río Tambo que desemboca en el río Urubamba. Está rodeada de comunidades nativas, que hablan diversos idiomas. Atalaya es un puerto pluvial, que se encuentra en pleno desarrollo. Las autoridades de la Región, estan haciendo un trabajo de mejoramiento de carreteras y pistas, dentro y fuera del puerto. Todo esto esta facilitando la inmigración de comerciantes, profesionales e inversionistas que estan dando un cambio sorprendente a la ciudad.\n\nEstamos visitando este puerto, para visitar al hermano Juan Carlos Colos, quien está encargado de la Comunidad Cristiana de Atalaya. He venido acompañado de tres hermanos más y nos hemos dedicado a predicar sobre el evangelio del Reino de Dios, y hemos podido informarnos que muchos misioneros han venido a evangelizar esta zona, lo cual se puede comprobar fácilmente; sin embargo, hace falta predicar con mayor claridad el Evangelio del Reino de Dios; así como también llevar a cabo la comisión: \"...hacer discípulos\". \n\nEl Señor, nos ha sorprendido de muchas maneras. Primero, es lo bello del paisaje, segundo lo desarrollado de la zona y tercero el gran hambre por la palabra del Reino de Dios. Digo sorprendido, porque pensé encontrarme con mucha hostilidad para el Evangelio del Reino y no ha sucedido así. Nos han recibido con mucha hambre por la palabra de Dios y grandes deseos de que se les visite muy seguido.\n\nSucedió que el bote que nos trasladaba desde el puerto Ocopa, salió un poco tarde y nos llegó la noche y tuvimos que pernoctar en una Comunidad Nativa, de nombre Betania. Todos los pasajeros, fuimos recibidos por una familia asháninka, cuyo idioma es el Shipibo. Nos sorprendió la amabilidad y hospitalidad, con que nos recibieron y hospedaron. Grande fue nuestra sorpresa, saber que eran cristianos y después de identificarnos, terminamos cantando alabanzas al Señor, hasta muy tarde.\n\nBueno, sería interminable contar las hermosas experiencias que hemos vivido aquí. Sólo esperamos en el Señor los frutos de este viaje, porque el Señor ha permitido que prediquemos todos los días a diversas personas, convertidas y no convertidas. Hoy en la noche estaremos terminando nuestra estadia, para regresar a Lima.\n\nEl año pasado, orando al Señor, pedía por mi Perú. Oré así: \"Señor, por favor te ruego que tu reino se extienda en la costa, sierra y selva del Perú\". El Señor, está respondiendo de acuerdo a su soberana voluntad.'
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