Falta del Conocimiento de Dios
Vivimos en un mundo que se agota, y pareciera que nosotros nos agotamos con él. Hablamos de estrés, y de todos los problemas que aquejan al mundo. Pareciera que hemos perdido el objetivo y como no logramos sanar los corazones de las gentes, ni abrir sus cárceles de oscuridad, ni tampoco la sanidad de sus cuerpos o liberación de sus cargas que los atormentan, para atraerlos desarrollamos ciertas tareas con la comunidad.\n\nDebemos detenernos un instante para mirar la brújula del cielo y volver a las sendas antiguas, tal vez así nos encontremos con nuestro Señor Jesucristo y EN ÉL y podamos decir: Me ha ungido el Señor para dar buenas nuevas a los pobres ( y no asistencialismo), me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, (y no mandarlos al sicólogo), a pregonar libertada a los cautivos (no internarlos en recuperación) … a poner en libertad a los oprimidos a través de la predicación.\n\nLa verdad es que eso necesita este mundo que se gasta. Es que el mundo espera LA MANIFESTACIÓN DE LOS HIJOS DE DIOS, sólo que a veces pienso que si seguimos así perderemos nuestra oportunidad y el mundo deberá esperar otra generación más PARA VER LA MANIFESTACIÓN DE LOS HIJOS DE DIOS, muchas cosas suceden a nivel mundial desastres naturales que no esperan y la humanidad cada día se deteriora, algunos se suicidan otros pelean contra otros; pero todo esto sucede por la falta de conocimiento de Dios. \n\nSi vamos a 1 Juan 3:1, dice. Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Ahora pues podemos decir a todo esto que si somos hijos de Dios en nosotros no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero de todas maneras sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él y le veremos tal como es. Por eso todo aquel que cree debe tener la esperanza en él, y con el poder de Dios debemos emprender la tarea de llevar el Evangelio a los que todavía no conocen a nuestro Señor Jesucristo como su Salvador personal, a fin de que también tengan esperanza en nuestro glorioso Señor.'