Fíjate en el Corazón

Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón (1 Samuel 16 verso 7)\n\nConoce que Dios mira al corazón, no a la apariencia exterior. No juzgues basándote exclusivamente en lo que ves.\n\n16.7 Saúl era alto y atractivo. Era un hombre que impresionaba por su buena apariencia. Samuel pudo haber estado buscando alguien que se pareciera a Saúl para ser el siguiente rey de Israel, pero Dios le advirtió que no juzgara sólo por las apariencias. Cuando la gente juzga sólo por las apariencias externas, pueden pasar por alto a individuos que carecen de cualidades físicas particulares que la sociedad admira en ese momento. Pero la apariencia no revela lo que la gente es en realidad, ni sus verdaderos valores.\n\nAfortunadamente, Dios juzga por la fe y el carácter, no por las apariencias. Y debido a que sólo Dios puede ver el interior, sólo Él puede juzgar a las personas con precisión. La mayoría de las personas invierten horas cada semana en mantener su apariencia externa. Deberían hacer aún más para desarrollar su carácter interior. Mientras todo el mundo puede ver su cara, sólo usted y Dios saben cómo es por dentro. ¿Qué pasos está tomando para mejorar la actitud de su corazón?\n\nPuedes estar bien vestido, tener un bonito auto, un empleo con un buen sueldo, una casa, y muchos más bienes materiales, e incluso puedes tener una hermosa familia y amigos. Por otro lado, quizá estés solo, sin nada o con poco para comer y vestir, buscando un trabajo (o con uno mal pagado), viviendo en una zona pobre de tu ciudad.\n\nSeguramente a los primeros la gente los tiene en alta estima, o al menos los respeta por lo que poseen; y a los segundos los miran con menosprecio, pensando que no valen nada porque no tienen nada.\n\n¿Has visto a alguien por cuya apariencia creíste que tenía cuanto quería y resultó que no?\n\nLas apariencias engañan. El hombre, lamentablemente, se condiciona y vive fijándose en éstas, intentando demostrar algo que no es, queriendo mostrar que tiene lo que le falta.\n\n¿Sabías que se es más feliz con poco que con mucho? Si tienes dinero, fama, reputación, etc., es muy probable que te falte lo más importante: amor; y que hayas ganado falsas amistades, personas que te mirarían con menosprecio si tu situación cambiara. En cambio, cuando careces de ciertas cosas, encuentras en el amor un sostén, la fuerza que te impulsa a continuar, te haces de amigos que te brindan su ayuda, y las cargas se tornan menos pesadas. Y el amor es más valioso que cualquier bien material que se ambicione.\n\nSigue el consejo que Dios da en su Palabra y evita dejarte guiar por las apariencias. Sigue el ejemplo de Dios, quien no se guía por el exterior, sino que mira el corazón. Éste, bíblicamente hablando, es el asiento de los afectos, los sentimientos y las emociones, y de la inteligencia, la voluntad y el intelecto.\n\nEs decir, que “mirar el corazón” significa mirar cómo se comporta el otro, cómo reacciona, cómo siente, cómo vive. Estar atento a actitudes y no a aspectos físicos y posesiones. FÍJATE EN EL CORAZÓN, DE AHÍ MANA LA VIDA.\n'
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