Habilidades Básicas del Mediador de Conflictos
Habilidades Básicas del Líder Cristiano Como Mediador de Conflictos\n2 Corintios 5:18-20\n\n1.Mantener la autoestima del hermano/hermana\nQuizá sea la habilidad más importante que un líder cristiano en su calidad de mediador de conflictos pueda tener. Es la capacidad de evaluar el desempeño, corregir los malos hábitos, atender las quejas y resolver los conflictos, al tiempo que apoya el sentido de respeto y dignidad de sus hermanos en Cristo.\n\n2.Centrarse en la conducta.\nEs más efectivo y menos tenso resolver los problemas en la iglesia si el líder mediador de conflictos atiende lo que hacen las personas y no sus actitudes o características personales.\n\n3.Fomentar la participación de los hermanos en conflicto. \nUna de las herramientas con que cuenta el mediador cristiano de conflictos consiste en involucrarlos en la toma de decisiones, la resolución de problemas y en actividades fuera de la rutina habitual.\n\n4.Escuchar para motivar.\nLa capacidad del líder mediador cristiano para escuchar activamente es esencial para crear en el hermano/a la confianza y el deseo de comportarse o desempeñarse eficientemente como cristiano.\n\n5.Diseñar mensajes claros y concisos.\nLos mensajes que están bien diseñados son claros y concisos. Evitan las expresiones complejas y pomposas, están organizados de manera lógica y tienen en cuenta los intereses del receptor.\n\n6.Buscar indicios no verbales.\nEl tono de la voz, la entonación, las expresiones faciales, los gestos y la postura son algunos de los factores no verbales que los mediadores cristianos de conflictos deben aprender a utilizar y comprender para lograr una comunicación eficaz.\n\n7.Escuchar para comunicarse.\nNo puede existir una comunicación efectiva sin la escucha correspondiente, lo cual incluye la capacidad de reflexionar, indagar, dar apoyo y ofrecer consejo.\n\n8.Superar los obstáculos para la comprensión.\nExisten muchos tipos de barreras sicológicas, culturales y circunstanciales que impiden la comprensión. Los cristianos en funciones de mediadores de conflictos deben aprender a utilizar los procesos de retroalimentación para superar tales obstáculos.'
