Hábitos Para Crecer

Texto Mateo 7:24-27\n\n»Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.25 Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca.26 Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena.27 Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa, y ésta se derrumbó, y grande fue su ruina.»\n\nEl que conoce y aplica diariamente las enseñanzas de Jesús experimenta un crecimiento al seguir los pasos del Maestro y al crecer en el discipulado seremos más sabios y tendremos más recursos espirituales para enfrentar las pruebas y circunstancias difíciles de la vida.\n\nEl crecimiento debe ser el objetivo del creyente. La madurez es obligatoria, Jesús quiere que sigamos su ejemplo como nos enseña en Juan 13:3-15\n Sabía Jesús que el Padre había puesto todas las cosas bajo su dominio, y que había salido de Dios y a él volvía; así que se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura. Luego echó agua en un recipiente y comenzó a lavarles los pies a sus discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba a la cintura. \nCuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: \n —¿Y tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí? \n—Ahora no entiendes lo que estoy haciendo —le respondió Jesús—, pero lo entenderás más tarde. \n—¡No! —protestó Pedro—. ¡Jamás me lavarás los pies! \n —Si no te los lavo, no tendrás parte conmigo. \n—Entonces, Señor, ¡no sólo los pies sino también las manos y la cabeza! \n—El que ya se ha bañado no necesita lavarse más que los pies —le contestó Jesús—; pues ya todo su cuerpo está limpio. Y ustedes ya están limpios, aunque no todos. \n Jesús sabía quién lo iba a traicionar, y por eso dijo que no todos estaban limpios. \n Cuando terminó de lavarles los pies, se puso el manto y volvió a su lugar. Entonces les dijo: \n —¿Entienden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes.\n\nEl creyente que no crece necesita ayuda. Si usted nota que sigue teniendo sus mismas actitudes egoístas y no cambia, tenga cuidado.\nSeria sabio someterse a un análisis. No de cuerpo si no de su corazón, espiritual.\n\nQuiero sugerir algunos buenos hábitos:\n\nI.El hábito de la oración: Dice Romanos 12:12, Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración.\nII.Poniendo en práctica las enseñanzas bíblicas: Dice Santiago 1: 25, Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.\n\nIII.El hábito de dar. Dice en 1 Corintios 16:1-2, En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.\n \nEsto expresa el importante concepto cristiano de dar.\n\nQue nuestro Maestro, Jesucristo, te ayude cada día a crecer en Su semejanza y perfección.\n\n¡Que Dios te bendiga!'
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