La Hermana Caprichosa
Por Clara Lizzeth Mata Rodríguez
Recuerdo cuando era una niña de 7 años y me invitaron a la Escuelita Bíblica, yo le decía a mis hermanos que fuéramos porque ahí nos daban agua fresca y tostaditas, en realidad sólo íbamos por eso. Al pasar los años mi hermano Héctor decidió buscar una iglesia para congregarse, a mí me daba coraje el ver cómo mi hermano estaba cambiando, aunque él y yo somos muy amigos, le decía cosas feas, quería que no cambiara tanto y que siguiera siendo el mismo, ya que los dos éramos jóvenes y nos divertíamos mucho, según nosotros. Él me decía que había aceptado a Cristo y que era lo mejor que le había pasado, yo no lo entendía.\n\nLamentablemente me di cuenta de lo que es Dios, cuando otro de mis hermanos murió. Mi hermano Héctor cayó en tal depresión que no quería salir de su cuarto. Entonces yo decidí buscar a su amigo, el cristiano, para que viniera a orar por él y desde ese momento decidí aceptar que mi hermano fuera cristiano. Empecé a entender que había un Dios tan grande que había levantado a Héctor y fue cuando decidí buscarle, pero no me atrevía a decirlo porque no quería dejar las cosas del mundo, me gustaba acompañar a mi hermano a la iglesia sólo por complacerlo, hasta que un día cuando estábamos en un Ensayo de Jóvenes se acercó un joven de la Iglesia y me empezó a compartir su testimonio, fue algo tan bonito que empecé a llorar y sin dejar de hacerlo, cuando este joven se salió, le dije a una de las jóvenes que se acercara porque yo sólo quería seguir llorando, fue cuando me preguntaron que si quería dejar entrar a Jesús en mi corazón, no podía ni hablar pero se lo dije con mi corazón. Desde ese momento empecé a notar un cambio muy raro en mí, algo extraño empecé a sentir. Yo tengo una estética y a mí me daba vergüenza que Héctor pusiera los cantos en la casa, le decía que le bajará, y ahora yo misma los ponía, y así empecé a sentir lo que se siente cada día con Cristo.\n\nCreo que hay un plan para mi familia, ahora ya no nada mas es Héctor, ahora somos los dos y se está cumpliendo la promesa de "Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa".\n\nYo quería hacer a mi hermano a mi capricho sin contar que Dios quería HACERNOS A LOS DOS a su voluntad. Amamos a Dios por sobre todas las cosas.'