La Importancia de ser Díscipulo de Cristo
Ciertamente hemos sido mal formados en nuestras iglesias por nuestros líderes espirituales. Se nos ha dicho como ir al cielo, como huir del infierno, mas no se nos ha formado bíblicamente para ser verdaderos discípulos de Cristo. Esta es una de las razones principales de porqué los cristianos no afectamos nuestra sociedad. Nos hemos conformado con decir lo que no somos, y lamentablemente, nuestras acciones hablan mucho más fuerte y claro que nuestras palabras. \n\nAún en las campañas multitudinarias realizadas por famosos evangelistas, con impresionantes respuestas en conversiones de cientos de personas, es penoso ver que en su mayoría, los nuevos profesantes de Cristo no logran mantenerse en el Camino, volviendo en un alto porcentaje a su vida de pecado después de haber hecho la oración del pecador.\n\nLas invitaciones evangelísticas van dirigidas a recibir a Cristo como Señor y Salvador personal, y esto es muy correcto a la luz de la Palabra de Dios, pero no es suficiente porque la persona que dijo querer ser cristiana debe ser guiada, formada e instruida como nuevo creyente, en un área tan importante como lo es su carácter. Y esto es necesario porque la figura de un mundo sin Dios ha sido esculpida en su alma. Esta nueva vida debe experimentar lo que la Biblia llama un nuevo nacimiento.\n\nQue pasaría si decidiéramos invitar a un inconverso a ser tan sólo discípulo de Cristo. No en una parte de su vida. El que permitiera ser 100% discípulo en su vida pública como privada. Si decidiésemos hacer esto, cambiaría nuestra perspectiva en cuanto al fruto que deseamos ver en las vidas que aceptan o invitan al Señor a entrar a su corazón. \n\nPara beneficio de todos los interesados en ser verdaderos discípulos de Jesús, les diré lo que significa ser discípulo de Cristo. Un discípulo es aquel que ha decidido seguir, aprender, aplicar y obedecer la enseñanza de alguien. En este caso ese alguien es Jesús.\n\nEl discipulado debe ser desmitificado, porque en muchas iglesias, los creyentes lo han interpretado con tomar un curso o unas clases de cristianismo básico, y el discipulado es mucho más que eso, es transplantar la vida de Cristo en otra persona. Por ende, se hace prácticamente imposible el que un discipulador pueda discipular a otro si éste no tiene una relación personal con Jesucristo, ya que le hablará a otro sobre alguien que ha oído o leído, mas no de alguien que conoce, con quien tiene intimidad, que habita en su vida.\n\nEl poner mayor énfasis en el discipulado cristiano personal se reflejará en tener mejores creyentes, mejores ciudadanos, mejores hijos, mejores padres, mejores esposos, mejores familias, en fin, una mejor sociedad donde vivir. \n\nLa tarea de discipular forma parte de la Gran Comisión encomendada por el Señor en Mateo 28:19-20. El hacer discípulos, nos es una opción, es un mandato de parte del que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. \n\nLos líderes espirituales debemos preguntarnos sobre los frutos que están mostrando los creyentes, sean de reciente o vieja conversión. Posiblemente, la falta de fruto espiritual de calidad, muchas veces va de la mano con la falta de un buen discipulado en una etapa importante de la vida espiritual de una persona. La calidad del creyente no va determinada por el tiempo en la iglesia, mas bien va ligado a aplicar como discípulo lo aprendido de su maestro.\n\nEn una ocasión a un famoso catedrático se le preguntó si alguien que decía haber sido su estudiante lo fue en realidad, su respuesta no pudo ser más demoledora. El maestro contestó: “el pudo haber asistido a una de mis clases, pero nunca fue mi alumno”.\n\nDebemos pues ser lo suficientemente humildes como para confesar que no hemos sido verdaderos discípulos. Y creedme, nunca es tarde para tomar el camino correcto y permitir ser discipulado. Que Dios nos ayude a ser auténticos discípulos de Cristo mientras estemos en la tierra, reflejando su carácter en todas nuestras acciones diarias. '