Mi Primer Beso
Desde que tenía 13 años empecé a imaginar cómo sería mi primer beso. Me imaginaba en un parque en una tarde perfecta con el niño más simpático que pudiera haber conocido. El típico príncipe azul de “Los Cuentos de los hermanos Grimm”. Voz dulce, tez blanca, ojos claros, cabello oscuro y capaz de hacer todo por su amada. \n\nLa escena, indudablemente parecía un capítulo de la Cenicienta, donde el príncipe a toda costa corre hacia su princesa, se acerca, la toma entre sus brazos con suavidad, le dice algunas palabras, y al final, la besa por lo que seguramente damos un profundo suspiro. \n\nNo sé si desearíamos ser “Cenicienta”, pero al menos yo, me hubiera encantado estar ahí. Ser quien viviera ese momento romántico que nos hace levantar un pie. \n\nPasaba algunas horas dibujando en mi mente la más perfecta escena pero nada coincidía con mi realidad. Además de no encontrar a alguien quien pareciera un príncipe, y se comportara como tal, tampoco me encontraba a mi misma en el espejo como una verdadera belleza.\n\nSiempre, o, casi siempre, me sentí menos que las demás niñas que me rodeaban. Y no era raro terminar con un grupo que nos pusiera de apodo “el cuartel de las feas”. Nunca sería la chica chic como mis compañeras que lucían simplemente espectaculares. Ya estaba fuera de competencia antes de iniciar algún concurso.\n\nAún así, no dejaba de imaginar como un niño lindo me pidiera ser su novia y me diera un beso. Tal vez, de esta manera enmudecería a más de una. Y por ser algo casi imposible de alcanzar, se convirtió en un sueño. \n\nA medida que fui creciendo y madurando, mis pensamientos cambiaron. Es decir, ese sueño se volvía cada vez un poco más real pero no dejaba de ser un sueño.\n\n Ahora empezaba a imaginarme, en un parque invitada por él, desconociendo todo lo que iba a suceder. Una cita de amigos. Al llegar allí, vi una tarima con instrumentos musicales y sus respectivos músicos. “Va a ver una especie de rock al parque o algo así” fue mi pensamiento en ese instante. En realidad no sospechaba nada. Pero lo más extraño es que si había un evento, ¿por qué no había gente? \n\nEl tiempo transcurría pero él no llegaba. El grupo musical comenzó a tocar, sin duda alguna, era música rock pop, mi favorita. La primera canción estuvo muy buena. Al menos ya tenía algo con que entretenerme.\n\nDespués de tres canciones. Una voz muy conocida empezó a hablar en el micrófono. Levante la mirada, y sí, efectivamente era él, mi amigo. Él un poco nervioso dijo que yo era la niña con quien había soñado, y que Dios le había dado la oportunidad de encontrarme para que jamás me volviera a perder. \n\nDespués de unas semanas de haberme conocido compuso una canción para mí, y que en esa noche tendría la oportunidad de cantarla. \nLo que más me cautivo fue su voz. Además, con la letra hacía la combinación perfecta. Unas cuantas lágrimas rozaron mis mejillas. Pero lo que no dejaba de hacer era sonreír.\n\nAl terminar la canción. Rápidamente bajo de la tarima, y se me acercó. Y con unas sencillas palabras y una sonrisa honesta me preguntó si quería ser su novia. Y yo me acerqué aún más, y le dije: “Está es mi respuesta”. Cerré mis ojos lentamente y besé sus labios. \n\nNos tomamos de la mano y continuamos disfrutando de la serenata. La mejor que he tenido. FIN.\n\nEso Fue lo que imaginé un tiempo después. \n\nAl esperar ese momento que tanto anhelaba, no me dejé enredar en las dulces y filosas palabras de los muchachos que se me acercaban. Pues, no se parecían a la mínima descripción que había trazado. Muchos de ellos se comportaban como guaches y los otros no tenían nada de románticos. \n\nIngresé a la Universidad. Tenía la expectativa de encontrar a la persona indicada en este lugar. Pero nada sucedió de lo que esperaba. No la encontré allí. \n\nTerminando la carrera en la Universidad, comencé a redactar un nuevo capítulo de mi vida. Empecé a ser la misma niña soñadora y a imaginar de cómo sería ese primer beso después de haber llegado hasta aquí. \n\nAhora, mi mente me trazaba acompañada por mis mejores amigas, estoy ansiosa por este día. Ellas como unas verdaderas hermanas me dan muchos ánimos y me desean lo mejor. \n\nDesde la madrugada estoy despierta sin poder conciliar el sueño. Fue imposible. Pero tuve la mejor compañía, Dios. A quien le expresaba cómo me sentía y lo agradecida que me encontraba.\n \nLa mañana pasó volando entre risas, corre y corre, y los miles de trajines que tuvimos que enfrentar. \n\nYa en la tarde, podía contar las horas que restaban para terminar el día. Cada hora representaba el límite de una nueva etapa. Veía como mis manos temblaban, mi voz se ponía nerviosa, y me sentía sin fuerzas y a la vez exaltada. \n\nA las 6 de la tarde, mis amigas me dieron un abrazo que me llenó de valentía. Lucían como unas doncellas. Sus rostros sonrientes y sinceros las hacían ver muy hermosas. Me pregunto si se habrán escapado de algún cuento de hadas. \n\nDoy media vuelta y me encuentro con un gran portal que me llevará a otro mundo. Cerrando mis ojos lentamente doy mis primeros pasos. Al cruzar la línea escuchó mis pasos y las notas musicales que provienen de una organeta.\n\nAl abrir mis ojos notó que ya es tarde devolverse. Tarde y difícil. Mi papá me acompaña guiando mis pasos, los pasos más importantes en que pudo estar presente. \n\nLa gente que me rodea, aquella que siempre estuvo allí a mi lado, por primera vez ponen su mirada en esta pequeña quien muchas veces fue anónima y que ahora pronuncian su nombre. \n\nCuando al fin diviso a pocos metros tierra firme, mis labios dibujan una profunda sonrisa en mi rostro. Y cuando observo la figura de aquel joven que me espera con cumplidos y unos brazos que me sostienen, mi corazón empieza a latir tan fuerte que sin duda alguna confiaría colocar mi mano sobre la suya mientras me detengo en sus ojos. \n\nDespués de oír los melodiosos cantos de amor en la boca de los hombres. Dirijo mi mirada a la de él. Le digo que tengo varios regalos que he guardado hasta este día. \n\nSaco mi espada, y como un rey proclamando a un guerrero un buen siervo, leo las palabras que se encuentra en Salmos 45. Y luego, le entregó una carta que hice cuando cursaba quinto semestre. \n\nCompartimos lágrimas, alegrías, llanto, risas, críticas, y opiniones. Y en esta noche, después de oír la voz que dice “Y ahora puede besar a la novia”, por primera vez, compartimos el más tierno afecto de amor, un beso verdadero y perfecto.'