Mi Propia Historia

Cuando leo los Evangelios escritos en la Biblia, muchas veces he tenido envidia por las personas que tuvieron la dicha de andar contigo. Pero haciendo memoria, medito en el hecho que también he gozado y experimentado la maravilla de seguir tus pasos.\n\nTodas las veces en que mi barca ha estado a punto de hundirse y has calmado la tempestad; colirio usaste para abrir mis ojos; cambiaste mi agua insípida y me diste a beber vino del cielo; me hiciste caminar sobre aguas turbulentas diciéndome \"no temas\"; siendo yo un mendigo me sentaste a tu mesa y me diste un nuevo nombre; yo era un paralítico y me hiciste andar marcándome el sendero a seguir; siendo un Rey me lavaste los pies; llamándome por mi nombre me sacaste de la tumba; a muchos les dijiste \"vete y no peques más\", pero tus palabras para mi fueron \"ven y sígueme\". Maestro, yo no quiero solo disfrutar del milagro, quiero disfrutar de tu presencia, caminar contigo y aprender de ti.\n\nYo también quiero derramar mi corazón a tus pies, besarlos y decirte cuanto te amo; tener la dicha de recostarme en tu pecho y sentir tu brazo rodeándome mientras escucho el latir de tu corazón; quiero sentarme a tus pies y escucharte hablar y no me importaría que pasen las horas porque cerca de ti es donde quiero estar; quiero unirme a ese coro de ángeles y decir ¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, porque ha nacido un Salvador en la ciudad de David!\n\nQuiero unirme a los santos, levantar mi bandera y alabarte ¡Hosanna al Hijo de David, Hosanna en las Alturas! Tú eres mi mesías, mi Rabí, mi Buen Pastor, mi Salvador, mi Maestro.\n\nEs un placer y un privilegio que tus ojos estén puestos en mi. No tengo nada que envidiarle a otro. Tú estás escribiendo nuestra propia historia.'
Scroll to Top