Para Crecer Como Hijos De Dios

“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. \nA él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.” 1 Pedro 5:10-11\n\nEs necesario considerar la importancia de tomar la oración y el ayuno como elementos relevantes en nuestras vidas, sobre todo en la dificultad de los tiempos en que vivimos y las constantes pruebas por las que atravesamos.\n\nLa oración es un privilegio, mediante el cual, podemos compartir los momentos más gratos con nuestro Dios, y expresar a Él nuestros sentimientos y pensamientos más personales, así como nuestras necesidades; de igual modo, puede ser un momento de mera adoración hacia nuestro Dios por su amor y las muchas bendiciones que derrama sobre nosotros día a día.\n\nEl ayuno es una oportunidad para humillarnos ante Dios, con ello podemos acrecentar nuestra sensibilidad y así caer en cuenta de que nuestras necesidades primordiales son las espirituales, y paralelamente, abrir nuestros ojos a las necesidades más imperantes de las demás personas, y así, sentir la convicción de pedir a Dios que él ponga el medio para su mejor solución; por lo que el ayuno también es un acto de amor. Así mismo (ya que es un tránsito de oración y reflexión constantes), cuando ayunamos, podemos también purificarnos y/o prepararnos para alguna actividad encomendada por Dios.\n\nPodemos entonces decir que ambos elementos, aunados a la fe y sinceridad, son fundamentales para una adecuada comunicación con Dios, al tiempo de un adecuado desarrollo como cristianos.\n\nTomemos hoy la decisión de tener una relación de calidad con nuestro Padre, confiar en Él y permitir que sea Él quien guíe nuestras vidas.'
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