Sanando Nuestra Tierra…

¿Cuántas veces ha sido Ud. confrontado debido a sus creencias cristianas? ¿Cómo se ha sentido en semejantes situaciones? ¿Cómo responde a las personas que le confrontan? La vida cristiana define lo que somos. Es parte del testimonio cristiano saber responder a lo que el mundo tanto nos interroga. Sin embargo, estas situaciones con frecuencia nos toman por sorpresa y muchas veces no sabemos qué decir o cómo decirlo, dando lugar a una profunda sensación de desaliento, y de dudas crecientes en nuestro interior.\n\nLa Palabra de Dios nos anima de la siguiente manera: “Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros...” (1 Pedro 3:14-15). \n\nDebemos recordar que con el mundo no hablamos el mismo lenguaje. Generalmente los que no conocen al Señor Jesús de manera personal, se centran más en “las cosas de este mundo”, y sus razonamientos y logros se basan en principios materialistas. La Palabra les describe: “... El que es de la tierra es terrenal, y habla de las cosas de la tierra. Pero el que viene del cielo está sobre todos, y da testimonio de lo que ha visto y oído; pero nadie acepta su testimonio.” (Juan 3:31-32; Dios Habla Hoy). \n\nAhora bien, no quiero decir que no esté bien ocuparse de las aspiraciones, responsabilidades y desafíos que tenemos en el mundo; pero, Dios no quiere que esa sea nuestra prioridad. La prioridad debe ser siempre el buscar conocerle a Él, y reconocerlo en todas nuestras circunstancias. Sin embargo, los incrédulos generalmente no aceptan esto, y viven su filosofía: “Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos.” (1 Corintios 15:32).\n\nY ante la agresividad que es demostrada a los cristianos, se hace necesario afirmar nuestras convicciones. ¡Nuestra identidad y autoestima deben apropiarse del escondite en el Señor! (Colosenses 3:1-3), ¡y nadie puede definirnos con malas intenciones!. Por eso, debemos creer bien lo que creemos. “Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús.” (2 Timoteo 1:12-13).\n\n“Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.” (2 Timoteo 3:14-15). Invito a que Ud. revise los siguientes versículos, y reciba más bendición: (Mateo 10: 34-39; Juan 14:27; Juan 10: 24-30; Juan 8:45-47; Juan 18:36-39; 1 Corintios 2:12-14; 2 Timoteo 2:22-26). ¡Que el Señor mismo nos convenza hoy!'
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