Si Hoy Estás en la Cisterna
“Y le tomaron y le echaron en la cisterna; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua” (Gn. 37:24)\n“Entonces tomaron ellos a Jeremías y lo hicieron echar en la cisterna de Malquías... Y en la cisterna no había agua, sino cieno, y se hundió Jeremías en el cieno” (Jer. 38:6)\n\nYo tenía 19 y ella 24. Se llamaba Noemí, y en ese momento estaba internada en un Hospital de Mendoza, tenía una artritis deformante que le estaba llevando a la tumba. Los dolores no podían ser calmados y faltaban sólo 2 meses para que el Señor se la llevara. Y yo estaba allí, parado con mi Biblia, y sin saber qué hacer o decir. Al verme pidió que me acercara y le dijera un salmo, entonces abrí la Biblia y empecé a buscar, pero Noemí me dijo –“No quiero que leas, decíme uno de memoria”. E inmediatamente el salmo 23, ese que de pequeño repetía cada noche, acudió a mi memoria... y lo dijimos juntos. Aunque ande en valle de sombra de muerte... ella estaba en ese valle, ella estaba en una cisterna, y en medio de los dolores este salmo fue consolación.\n\nUn joven y un viejo estuvieron allí. Si hoy estás en la cisterna y pareces estar solo, ten por cierto que otros antes por ella tuvieron que pasar. Un joven en un desierto dentro de la cisterna por sus hermanos fue echado; y un viejo en una ciudad por sus contemporáneos allí quedó tirado. José por soñador y Jeremías por profeta, ambos dijeron la verdad mas el resultado fue la cisterna. Una cisterna vacía fue la cárcel del muchacho y una llena de lodo la del anciano profeta. Pero en ninguna de ellas los fieles quedaron solos. El fin de José fue un trono mas el de Jeremías un cruel martirio. Pero allí en la cisterna ¿qué pasó allí? José se hundió en angustias y clamores y Jeremías en el cieno profundo. Mas ninguno de ellos estuvo allí en soledad, a ambos les sostuvo Dios. Un Dios soberano, todopoderoso y amoroso. Un Dios que usó a quienes no eran de “los suyos” para quitarles del pozo: unos ismaelitas y un etíope fueron los medios de la liberación. \n\nDios mismo está allí. ¿Te sientes solo en la cisterna? No temas ya pronto se acerca tu salvación. Daniel Martinez hablando del sufrimiento y de la enfermedad dijo “cuando te acerques a un hermano que está enfermo en cama, quita el calzado de tus pies porque ese es un lugar santo; pues Dios está allí”. \n\nSi hoy estás en la cisterna di con seguridad “aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo” (Sal. 23:4) que la divina respuesta se escuchará “no temas... cuando pases por las aguas yo estaré contigo” (Is. 43:1-2).'
