¿Sin ánimos?

David, hombre recto, justo, con un corazón conforme al de Jehová, era un ser humano como cualquiera de nosotros; tenia alegría, tristeza, ira, disgusto, desanimo y toda clase de emociones que nos permiten demostrar nuestra forma de actuar y sentir ante cualquier circunstancia en particular.\n\nEn el Salmo 34, se encuentra una enseñanza que demuestra la actitud que debemos tener ante el desanimo; esto basado en la experiencia del Salmista David.\n\nAntes de comenzar, cabe mencionar que la persecución por parte de Saúl a David, era el contexto mediante el cual se desarrollan estos Salmos de alabanza y de suplica a Dios por su favor y bondad.\nAhora bien la actitud tomada por parte de David ante el desanimo es algo que debe de admirarse, pues él, a diferencia de otras ocasiones no inicia su oración con términos como: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has a desamparado? ¿por qué estas tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor” (Salmo 22:1), “Guárdame, Dios porque en ti he confiado” (Salmo 16:1), y así, otros más en los cuales, inicia con un lamento, un clamor o una queja; al contrario, él inicia esta oración con un término muy importante: “Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca”(Salmo 34:1). Esto es algo que debemos hacer y afirmar en los momentos difíciles de nuestra vida devocional con Dios, y no dejar que las circunstancias difíciles de nuestra vida emocional influyan de manera negativa en nuestra relación con Dios.\n\nLo que sí es cierto, es que, a nosotros se nos dificulta mucho tomar esta actitud cuando nos vemos envueltos en dificultades de cualquier índole emocional o espiritual, pero David nos enseña a adorar a Dios en todo tiempo.'
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