Un Lote de Autos Llamado Mundo

Son apenas las 9:00 a.m. y él está a punto de tomar una gran elección, podría darlo todo en un momento por algo que realmente no vale la pena… “Ya es hora” se dijo a sí mismo tomando las llaves de su casa y una foto (muy extraña si me piden mi opinión) nuestro amigo atravesó por largas horas un camino muy largo, muy duro, muy sufrido, parecía que esa gran travesía no terminaría pero llegó a su final en este lugar: “El lote de autos Mundo” caminando entre los modelos y estilos diferentes de automotores podrá ver a nuestro amigo paseándose con una mirada de búsqueda en sus ojos, buscando muy afanadamente el modelo de auto que quiere… \n\nDe repente y entre las sombras de esos autos aparece el vendedor el cual le pregunta a nuestro amigo qué es lo que desea, y antes que nuestro amigo le diga qué es lo que desea, él empieza con su discurso de venta le ofrece tres muy tentadoras ofertas las cuales parecen aceptables en lo personal, pero él se resiste a esas grandes tentaciones y simplemente dice: “Vengo a buscar un auto muy raro que sé que Ud. es el único que lo tiene a la venta, vengo por el “Perdición 477”… el vendedor con frase muy sarcástica dice: ¿conque vino a comprar chatarra?\n\n- Aquí tenemos la chatarra - dice en tono burlón, nuestro amigo se acerca un poco más para apreciar la abollada carrocería que dicho sea de paso no tiene pintura, el destruido y oxidado motor, los detestables interiores rasgados y polvosos y la radio, que sólo sintoniza a.m., no es la maravilla. Sinceramente no es lo que él se merece, sufrir y haber ahorrado un tanto como para gastarlo en esta basura, en algo inútil. Realmente observar el auto era decepcionante, no encuentro la manera de describir que simplemente no valía la pena.\n \nPero los ojos de él brillaban como que si el auto fuera un último modelo, observó la foto que tomó de la mesa de su casa y la observó, era el mismo auto que en otros tiempos era de su Padre, claro que en aquellos tiempos era perfecto, no vacila y quita la mirada del auto por un momento, “me lo llevo” dice nuestro amigo. El vendedor en lugar de alegrarse le sube el valor del auto y como él está dispuesto a pagar lo que sea, acepta, el vendedor sube nuevamente el precio y nuestro amigo acepta hasta con una sonrisa. El vendedor pensó que si este sujeto estaba interesado en un pedazo de chatarra como esa, sería porque esa chatarra tendría algo especial. Pero ya no podía debatir más con Él, supo que tenía que dejar ir el auto… y así nuestro amigo sufrió, se esforzó y tuvo que arriesgar todo lo que tenía, pero se llevó a casa lo que deseaba, lo que por justicia le pertenecía.\n \n¿Sabe?… el perdición 477 soy yo, yo era ese pedazo de chatarra, que no merecía ser comprada y no sólo soy yo, sino también Ud. Espero no ofenderlo, tal vez Ud. me diga: “No, yo sí soy una persona productiva para la sociedad. He escrito libros que han ayudado a mucha gente, soy un profesional Soy ejemplo para los demás, hago buenas obras todo el tiempo, he dirigido conferencias con los más grandes, soy un buen hombre o soy una buena mujer”, pero la Biblia dice que por ser pecadores todos estamos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23).\n\nSi su respuesta se parece a esta, le puedo hacer una pregunta, ¿cada vez que enciende una bombilla o una lámpara incandescente en su hogar al encenderla dice: “Gracias Thomas Alba Edison por hacer este invento útil para la humanidad ciertamente mereces que se te rinda el honor de este invento”? y dice lo mismo cuando va a apagarla, estoy seguro de que no lo hace, porque ciertamente nuestra naturaleza humana olvida los beneficios de los demás, el honor es pasajero, nadie es alguien en este mundo, todos olvidan lo bueno que haya podido ser una persona con los demás.\n\nPero Dios no es así por eso arriesgó lo más preciado: Su Hijo…\n \n¿Sabe?… ese día El Salvador no compró un auto, nos compró a usted y a mí. Él consideró que valía la pena salir a buscar el \"Perdición 477\".'
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