Una Locura
Una empleada doméstica, quien goza de toda la confianza de los dueños de casa, por ser considerada muy prudente y honesta, estaba sola preparando el almuerzo, mientras lo hacía, tocaron a la puerta, ella se asomó por la rejilla pero no abrió pues conocía de los peligros en la ciudad; al ver, era una señora con un niño en brazos quien vendía perfumes y bisutería, ella le solicitó le abriera ya que estaba cansada con su niño, le mostró la mercadería la cual era muy linda; la empleada se impresionó con la mercadería, mientras pensaba “ esta señora no parece mala, y lo que vende lo he querido tener siempre y ahora lo puedo comprar”, entonces, decidió abrir, al hacerlo, inmediatamente entraron varios hombres junto con la mujer, ataron a la empleada y se llevaron todo de la casa, cuando los dueños llegaron y vieron lo sucedido, contrataron un guardia de seguridad pues ya no podían confiar solamente en ella.\n\nAunque no lo creamos, estos casos suceden también en nuestra vida espiritual, pues existen personas a las que consideramos muy sabias y fuertes en la fe, a las cuales respetamos mucho por su alto grado de compromiso espiritual y conocimiento de la Palabra de Dios, pero ¡De pronto!, Cometen una locura, en ocasiones, llevados por la ingenuidad, curiosidad, el deseo de experimentar algo nuevo para así salir de la monotonía, o simplemente obtener lo que siempre han deseado, sin darse cuenta que esta locura, los puede llevar al pecado y las consecuencias de ello, como es perder la confianza, buen nombre e imagen que se lograron con mucho esfuerzo, los cuales se podrán recuperar únicamente con mayor esfuerzo.\n\nNo está mal querer experimentar algo nuevo en nuestra vida, pero antes de hacerlo pensemos si realmente luego de ello, vamos a sentirnos felices y conformes con los resultados y sobre todo si Dios lo mira con agrado.\n\n“Las moscas muertas, hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una locura, al que es considerado sabio y honorable”.\n\nEclesiastés 10:1'