Únete al Sueño de Dios 1

\"Aconteció después de estas cosas, probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. (Gn. 22:1,2)\n \nCada vez que nos decidimos a buscar más de Dios, a entrar en la visión y llamado de Dios para nuestras vidas, vienen diferentes tipos de preocupaciones, circunstancias que nos cargan, una de ellas es acerca de nuestra provisión.\n \nExisten varios escalones los cuales tendremos que atravesar antes de poder unirnos al corazón de Dios, y a lo que él ha planificado para nuestras vidas.\n \nPara alcanzar el sueño de Dios debemos superar:\n \n1- El escalón de la incertidumbre - Al igual que Abraham nos volvemos vulnerables y chocamos con la incertidumbre ya que tenemos que enfrentar un futuro el cual resulta desconocido para nosotros y a la misma vez no lo podemos controlar. Moriah es el monte de la gran crisis de incertidumbre, pero Dios lo transformó en el monte de la provisión.\n \n2- El escalón de la revelación - La crisis se convierte en oportunidad para los hijos de Dios. Lo que para todos es desgracia, para los hijos de Dios es oportunidad. Moriah significa mostrado por Dios. Dios te quiere mostrar el monte en que te va a proveer. \n \n3- El escalón de la separación (santidad)- Cuando Dios te desafía con sus sueños, muchas veces es preciso separarse. Dios te muestra que te va a prosperar en algo nuevo. Y es allí donde hay que marcar una distancia de ciertas personas. Hay personas que no van a entender cuando Dios te indica algo nuevo para tu vida. Como no entra en su esquema conocido, no lo comprenden.\nSe aproximan a la realidad no con discernimiento espiritual, sino con criterios naturales. Cuando aconsejan se basan en la experiencia, en el conocimiento.\nHay personas que son influencias negativas en nuestras vidas para que podamos progresar y avanzar. \n \nHay personas que viven desanimándonos, \ndesalentándonos. Hay personas que directamente nos maldicen con sus comentarios acerca de nosotros. Personas que nos desvalorizan, que nos desprecian y que tratan de hacer que dudemos de nuestras posibilidades, de nuestras aptitudes. Hay que separarse de eso, tratan de transmitirnos sus propios temores tanto en palabras como en actitudes. Los temores son puertas que cierran el obrar de Dios para nuestras vidas, debido a que el obrar de Dios siempre requiere Fe. '
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