Únete al Sueño de Dios 2
(continuación)\n\n4- El escalón de la obediencia - No sólo es importante tener revelación de lo que Dios quiere para nosotros. Es necesario obedecer. Abraham no discute, no negocia, no comienza a razonar acerca de la orden dada por Dios sino que obedece. Podemos ver claramente en el verso 4 que Abraham caminó durante 3 días junto a su hijo Isaac y sus dos siervos. En otras palabras su decisión de obedecer era bien firme. En el transcurso de esos 3 días subiendo al monte de la provisión, su obediencia fue desarrollada. Tuvo tiempo de pensar bien lo que estaba haciendo. No se trató de una respuesta emocional, transitoria y pasajera. \n\nLuego al llegar al lugar, ató a su hijo y lo colocó en el lugar de sacrificio, y levantó su cuchillo para matarlo, entonces escuchó la voz de un ángel que le dice: v. 12 \"No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque yo conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo único\". Esta clase de Fe representa el escalón de la obediencia, una Fe ajena al qué dirán de la gente, y aún más, una Fe que podría chocar con nuestro razonamiento humano y decir ¿Pero, por qué matarlo si la Biblia dice No Matarás? (Claro que la ley de Moises y los 10 mandamientos aún no habían sido escritos para el tiempo de Abraham). Existe un sólo camino para convertir la crisis en provisión: La Obediencia.\n \n5- El escalón de la entrega- En el v. 9 Abraham construyó el altar, puso la leña, ató a Isaac, y lo puso sobre el altar encima de la leña. Y tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo. Hasta ese momento Dios lo probó con la cuestión de que si era o no capaz de entregarle el hijo de la promesa. \n\nPara llegar a cumplir los sueños de Dios, Él continuamente nos está demandando que le demos lo que nos dio. Cuando lo hacemos entonces él nos provee más. Cuando todo está bajo nuestro control, tenemos otras amarras de donde asegurarnos, que son engañosas, son pasajeras, son inestables. Pero cuando le creemos a Dios, se nos cortan las amarras de falsa seguridad, y nuestras vidas dependen excusivamente de Él. '