Somos herederos de Dios por eso debemos acercarnos a Él confiando en Su amor y ofreciéndole actos de justicia. La justicia y misericordia son dos valores muy diferentes aunque se relacionan. Cuando tenemos misericordia con otros, Dios es justo con nosotros y cuando Él tiene misericordia con nosotros, debemos obrar con justicia hacia los demás.'