Castillos de Arena
Tatiana, es una niña de seis años que estaba en la playa haciendo castillos con la arena, y muy sonriente veía lo hermoso que había quedado su castillo y con ansias esperaba mostrárselo a sus padres que se encontraban a pocos metros comprando helados; pero ¡de pronto! Vino una ola y derribó gran parte del castillo, la niña al ver esto se puso a llorar pero al notar que sus padres aún estaban comprando comenzó a reconstruirlo, una vez que terminó nuevamente estaba sonriente pues llegaron sus padres y les dijo: “Les gusta mi castillo?, los padres sonrieron y le dijeron “está precioso”, pero al decir esto vino otra ola y lo derribó, Tatiana comenzó a llorar y con fuerza decía: “ Otra vez el mar me derribó mi castillo, no quiero ver al mar nunca mas”, pero sus padres la abrazaron y su padre le dijo: “No llores mi amor, el mar no quiso hacer eso, lo que sucede es que construiste tu castillo muy cerca de él, y él no pudo evitar dañarlo, pues no se puede mover de allí, pero nosotros sí, alejémonos de la orilla, construyamos otro castillo y verás lo hermoso que queda”, la niña sonrió y se puso muy feliz al ver que su castillo quedó más hermoso que los anteriores. \n\nEs curioso cómo a veces a medida que vamos creciendo olvidamos este tipo de actitudes; en las que a pesar de que nuestro castillo, o lo que hayamos construido, se cayera, volvíamos a intentarlo; no estoy diciendo que llorar o sentirse mal a causa de las dificultades esté mal, sino que a pesar y luego de ello es necesario levantarse para volver a comenzar.\n\nNo sé en qué momento de tu vida te encuentras, tal vez en sufrimiento y aflicción por haber perdido a un ser querido, tu trabajo, un amor, o el sueño más preciado, lo cual y con mucha razón te han llevado a las lágrimas, al sentimiento de no poder seguir más y el deseo profundo de que esto termine y no te lastime; pero hoy te invito a que tomes el ejemplo de Tatiana, quien a pesar de que su castillo se derrumbó lo volvía a construir, pero lo más importante, el escuchar el consejo de su padre, de esa misma manera escucha tú el consejo de tu Padre celestial quien está a tu lado hablándote, auque por momentos pienses que no es así, Él está ahí, y quiere ayudarte en las aflicciones e incluso evitarte algunas, aunque sabe que éstas te alcanzarán algún día, pues al igual que el mar, son parte de la vida y muchas veces no se las podrá mover sino enfrentarlas con el amor y fuerza de Jesús; ya verás cómo luego de esta aflicción vendrán tiempos que traerán nuevos y mejores castillos para alegrar tu vida.\n\n“Estas cosas os he halado para que en mi tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Juan 16:33.'