Cuando Mi Pequeño Vence

Es muy interesante poder observar a nuestros hijos en el cotidiano debate de la vida. A menudo esta actividad parece improductiva para muchos, pero no es así.\n\nDe hace algún tiempo atrás nos hemos perdido lo más grandioso de nuestra existencia. Y es, la admirar en silencio, sus destrezas y flaquezas.\n\nRepentinamente somos transportados a pensar sólo en ellos, y esto es bueno, muy bueno. \n\nEllos ya vienen con un carácter a cuestas y nos toca a nosotros descubrirlo, orientarlo y moldearlo.\n\nLos pequeños de hoy debaten en sus escuelas. Pelean por un territorio (por lo general no físico), descubren el poder de sus emociones y echan a andar su inteligencia y destrezas creadoras.\n\nEn la Sagrada Escritura, encontramos la historia de un pequeño valiente llamado David y como este venció al gigante filisteo Goliat. (1 de Samuel 17)\n\nHay mucho que aprender acerca de David, por ejemplo:\n\nNuestros pequeños pueden vencer a los gigantes de este tiempo como son: las drogas, el abuso, las mentiras y falsedad, el orgullo, la depresión, la rebeldía y desobediencia, etc., si determinamos encaminarlos rectamente bajo la guía de nuestro influyente ejemplo.\n\nNo esperemos a que sea tarde para empezar a compartir “vida” con nuestros pequeños valientes.\n\nPreparémonos y luchemos junto a ellos la guerra sin cuartel declarada por este sistema actual de vida alejado de los valores eternos.\n\nQue no suceda que abramos nuestros ojos cuando la burla y el sufrimiento agonizante sean el pan de cada día.\n\nSinceramente deseo lanzarle el reto de decir conmigo: \n¡¡Cuándo mi pequeño(a) vence!!\n¡¡No se equivoque!! No dije: Cuando mi pequeño vencía ó cuando mi pequeño vencerá. ¡¡El tiempo exacto es ahora!!\n\n Haga de esta frase un estilo de vida, un grito de guerra por salvar a nuestros hijos de las garras tan amenazantes del suicidio, drogas, delincuencia y abusos.\n\nEste grito de guerra implica un presente continuo de interés por nuestros hijos, decidiendo no abandonarlos ni dejarlos sin respuesta, cuando en sus ojitos se dibuja el grito de auxilio ante la desesperante necesidad de no saber como hacer las cosas y como enfrentarse a sus primeras decisiones.\n\n¿Ha observado últimamente como su mirada le habla? Y,\n¿Cree Ud. Que es un padre moralmente sano para guiar sabiamente a sus hijos?\n\nSi su respuesta es sí, entones ¡¡vamos!! Y hagamos de nuestros pequeños verdaderos hombres y mujeres de valor.'
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