Dios Todo lo Hace por Algo

Ciertamente que sí, Dios todo lo hace por algo, pero en un principio no lo pude entender. Siempre creí, creo y creeré que existe un Creador, es más, de niña lo sabía y lo aceptaba alegre en mi corazón, también sabía que Dios era un Padre amoroso, amigo y ayudador, un Padre misericordioso que me iba a perdonar siempre que mi arrepentimiento fuera verdadero y que mis pecados no se convirtieran en un deporte para mí. Pero aun sabiendo todo esto, lo que más me costó entender fueron estas palabras que tanto me repetía mi papá cuando me veía triste, cuando me veía llorar o cuando por su comunión con Dios sabía que algo en mí andaba mal, “ DIOS TODO LO HACE POR ALGO”. \n\nMe costaba encaminar mi vida por el camino de la luz del Señor, eran mis actos y los actos de los demás los que no me dejaban entender que había en mí que a Dios no le gustaba. Llegué a creer que no escuchaba mis oraciones...o que por alguna extraña razón, prefería taparse los oídos ante esta impaciente, perdida y desconcertada hija. ¿Pueden creer que incluso me atreví a exigirle audiencia?, ya sé, mi alma estaba sumida en oscuridad, pero qué podía hacer, me sentía confundida, sola y mas aún ese Padre amoroso que me iba a acompañar todo el tiempo...sentía que no estaba conmigo. ¡Pero sí lo estaba! Sólo que esperando el momento preciso para ayudarme, esperando que mi altanería se volviera sencillez para dejar de creer que yo podía hacer todo a mi antojo y gana, y cuando mi humillación fue tanta ante su presencia y llegué a creer que mi sufrimiento le alegraba... entendí que no, que cuando yo sufría...Él sufría conmigo, cuando yo lloraba...Él lloraba conmigo, y cuando yo sentía que estaba sola, Él en silencio me abrazaba. Descubrí que todo el tiempo estuve pidiéndole ayuda, mas nunca elevé mi mano para tomar la de Él, descubrí que siempre tuve dudas y desconfianza. Descubrí que la mayoría del tiempo mis oraciones eran para que Él intercediera como un hada madrina en mis problemas y los solucionara a mi favor de una manera milagrosa... mas siempre tenía que ser como yo quería y no como Él deseaba hacer, y en el momento en que entendí eso, también comprendí la grandeza de su amor, la grandeza de su misericordia y la paciencia que tuvo con esta oveja, que aparte de salirse repetidas veces de su redil, cuando volvía, regresaba más rebelde, más exigente y pidiendo cada vez más. \n\nGracias a Dios, mi corazón y mi alma pudieron oír a tiempo la voz de Dios que me decía: “Clama a mí y yo te responderé”. Hoy he encontrado respuesta a mis dudas, consuelo a mis penas, templanza cuando estoy en prueba y lo mejor de todo, esperanza en un mañana, confiando en un Dios de amor, en un Dios lleno de poder, que me hizo comprender que todo lo que nuestro Señor hace tiene un propósito, una consecuencia y un tiempo de espera donde veremos respuestas, deja que Dios guíe tu vida, deja que reine en tu corazón, no te contamines con cosas que el Señor no quiere ver en ti, y recuerda que si en la alegría Dios te acompañó, con mayor razón lo hará en el día de la angustia. \n\n¿Crees en Dios? Pues bien, lo bello no es creer, porque muchos creen y no se gozan en Él, lo verdaderamente hermoso es confiar en su carácter y su sabiduría, pues es entonces cuando verás frutos en tu alma, vida y corazón.'
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