En Las Manos Del Maestro

“Habiendo dicho esto, escupió en tierra, e hizo barro con la saliva y le untó el barro en los ojos, y le dijo: Ve y lávate en el estanque de Siloé. El fue, pues, y se lavó y regresó viendo.” Juan 9:6-7 LBLA\n\nNo importa el uso que le demos, lo cierto es que ningún uso será tan glorioso como el que Jesús le dio a aquel puñado de tierra con el cual decidió hacer barro y devolverle la vista a un ciego de nacimiento.\n¿Te das cuenta de lo útil y glorioso que resulta ser cualquier elemento en las manos del maestro por muy simple o insuficiente que parezca? ¿Recuerda el agua en las Bodas de Caná, los panes y los pececillos del chico en la alimentación de los cinco mil, la tierra y la saliva?\nNos pasamos la vida lamentando nuestra condición, quejándonos de nuestros defectos y debilidades, sin darnos cuenta que todo lo que necesitamos es estar en las manos del Maestro para que Él nos transforme en los siervos que anhelamos ser.\n\nNo pierdas tu tiempo haciendo la larga lista de cualidades por las cuales Dios no te toma en cuenta para servirle en un ministerio, si utilizó un puñado de tierra para hacer un milagro, ¿por que no puede usarte a ti? ¡Jesús quiere que te entregues por completo en sus manos para hacer por medio de ti obras increíbles, cosas que no esperabas! (Efesios 3:20-21)\n\nDios te hizo tal como eres por un propósito específico. Tienes una razón de ser y debes encontrarla en la intimidad con Jesús. Nuestras limitaciones son espacios que Jesús aprovecha para aparecer en nuestra vida y hacernos entender primeramente a nosotros y luego a los demás que es Él quien está trabajando por medio nuestro. ¡Gózate por quien eres, Dios te hizo único, especial y útil para toda buena obra!\n\nDeja que el Arquitecto que diseño el Mundo te use, que el Médico que levantó muertos te mande a visitar a unos cuantos pacientes. No importa quién y cómo seas, qué sepas y qué no sepas, lo que importa es que te deposites hoy en sus manos, que te apresures a presentarte como una ofrenda agradable y perpetua para Él.\n\nNadie se esperaba que Jesús usara tierra y saliva para sanar a un ciego, y nadie se esperaba que Jesús te escogiera a ti para hacer proezas.\n\n¿Hay cualidad alguna que te haga inferior a un puñado de tierra o a un poco de barro?\n\nM. Giovanni Peralta\ngiovanni777@gmail.com\nGuatemala, Guatemala'
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