Los no creyentes viven su vida como si nada, aun sabiendo que el mundo se puede acabar, muchos no creen en el infierno y mucho menos en que Jesús volverá. Y muchos cristianos viven igual, saben que un día vendrá Jesús, pero como lo repiten mucho en el culto, piensan “quién sabe cuando vendrá, queda mucho, para qué preocuparse”.'