Denle Ustedes de Comer
Esta frase lo dijo Jesús previo a la alimentación de los cinco mil hombres que nos relatan los evangelios (Mat. 14:13-21, Mr. 6:30-44, Lc. 9:10-17. Jn. 6:1-14) y el dato interesante es que en tres de ellos se repite la misma frase, sólo el evangelio de Juan que lo pone de otra manera pero con el mismo sentido. Esta frase de Jesús la podemos ver desde dos perspectivas dentro del ministerio juvenil.\n\n1º.Pastoral.\nPara esta generación que tiene hambre de muchas cosas: como de ser grandes y alcanzar sus sueños, tienen hambre de ser entendidos y comprendidos, de ser alguien en la historia de la humanidad, donde el sistema en que vivimos los ha reducido simplemente a clientes y números; esta generación de adolescentes y jóvenes tiene hambre incluyendo la verdad y el amor genuino. Por eso me alegra tanto que la iglesia en Latinoamérica esté tomando en serio el pastorado juvenil, porque es necesario que como Jesús dijo: “denle ustedes de comer…” cumplamos edificando y equipando a nuestros jóvenes para enfrentar la vida y sus demandas.\n\n2º.Misión\nEl Señor me ha permitido compartir con algunos pastores juveniles, experiencias, tips y pláticas para el ministerio juvenil, como también me ha permitido experimentar este trabajo con un grupo de jóvenes de la iglesia en donde ministro. Y no hay experiencia tan especial como ver a los jóvenes que ministras compartir de la gracia que Dios les ha dado con otra gente que ni se habían imaginado encontrar y conocer, cumpliendo como ministerio el dar de comer.\n\nInvertimos esfuerzos, tiempo, dinero y capacidad en edificar a los que ya conocen al Señor, los que ya han saboreado la dulce gracia de Dios, los que están madurando, que tienen recursos al alcance de sus manos, tienen a un pastor que los aconseja y dirige; pero, ¿qué de la otra gente que no tiene lo mínimo de lo que hemos descrito anteriormente? Gente que tiene hambre de conocer la verdad y del amor de Dios, de la salvación grandiosa, además de personas que están muriendo de hambre literalmente. A menudo nos olvidamos de esto en nuestros ministerios, recurrimos a la excusa de que nuestro grupo es pequeño, o que no contamos con el presupuesto necesario para ello, o que nuestra situación como iglesia, etc. etc. Podemos sonar como Felipe al decir que no contamos con los recursos para suplir las necesidades de la gente, pero Jesús nos llama como ministerio juvenil a “dar de comer” sabiendo que Él tiene todos los recursos sobrenaturales para cada necesidad. Podemos pedir la ayuda de nuestro Señor, sabiendo que Él proveerá de sus riquezas maravillosas.\n\nCausa gozo ver a adolescentes y jóvenes intercediendo, y ofrendando para la obra misionera durante sus actividades en el ministerio juvenil, pero aún más verlos teniendo experiencia misionera, cumpliendo la gran comisión en misiones transculturales. Se habla de ministerio juvenil saludable y eficaz, y considero firmemente que parte de ello es que no desestimando la labor evangelística que cada ministerio realiza en su localidad, Debemos de alzar nuestras miradas constantemente un poco más allá y contribuir con el avance del evangelio a todas las naciones.\n\n¿Que podemos hacer para que sea una realidad en nuestros ministerio?\n\n¿Como podemos hacer que la generación que ministramos pueda dar de comer a los hambrientos de la verdad, a los que están perdidos en medio del desierto de la vida, los que están lejos de su verdadero hogar, y a los que no tienen los alimentos más indispensables para sobrevivir?\n\nPodemos poner en las manos de nuestro Dios y Señor lo que tenemos como personas, en la iglesia y en nuestros ministerio juveniles, como lo hizo el muchacho entre la gran multitud, que entregó sus cinco panes y sus dos peces y Jesús los multiplicó haciendo un milagro. Dios puede hacer algo similar con nosotros, es cuestión de poner en sus manos nuestra vida y recursos, y confiar en Su gran poder para la obra que nos ha encomendado a sus ministros y colaboradores.'